La operación de la Guardia Civil contra un presunto fraude al Servicio Andaluz de Salud por parte de diversas ortopedias avanza, ya se considera prácticamente cerrada, y ha deparado hasta el momento la detención de once personas y la investigación (antes imputación) de otras ocho.

Los hechos investigados por la Benemérita, según pudo saber este medio, se desarrollaron básicamente en tres provincias andaluzas, concretamente en Cádiz, Sevilla y Málaga.

Antonio Sanz asegura que se trata de una operación contra el fraude "muy importante"

La investigación, que ya se encuentra fuera de secreto judicial, ha incidido en el hecho de que estos negocios de ortopedia formaban parte de una trama que se embolsaba el dinero de costosos elementos ortopédicos los cuales nunca llegaban a su beneficiario final, bien porque hubieran muerto o porque eran prescritos a sus espaldas.

Ayer, a primera hora de la tarde, los tres detenidos en Jerez en la 'Ortopedia Índalo', aún no habían prestado declaración en el cuartel que la Guardia Civil tiene en el jerezano Paseo de las Delicias. Los detenidos, según pudo saber este medio, son los dos propietarios del negocio así como un empleado que, al parecer, tan sólo dio el visto bueno a una de las operaciones presuntamente irregulares.

Ayer por la tarde el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, certificó la cifra de detenidos e investigados en la referida operación y apuntó que todos los datos recabados por la Guardia Civil apuntan a un presunto fraude sanitario con recetas irregulares (que no falsificadas) con prescripción de aparatos ortopédicos de elevada cuantía.

Según las agencias de noticias, a preguntas de los periodistas en rueda de prensa en Sevilla Sanz señaló que es una operación de la que "habrá que esperar si definitivamente culmina así o no", toda vez que aseguró que "no se puede confirmar si está cerrada porque es una nueva operación en la que trabajamos a nivel judicial con el Juzgado número uno de Puerto Real, que es el que lleva las actuaciones", señaló.

Sanz ha destacado que se trató de una operación "muy importante", al tiempo que ha puesto en valor "la actuación constante que los cuerpos policiales desarrollan en la lucha contra el fraude, y en este caso en el ámbito sanitario, con la importancia que tiene una operación como ésta".

Sobre la ortopedia jerezana investigada, 'Índalo', cabe apuntar que ayer abrió sus puertas con absoluta normalidad en su sede de la calle Asta, siendo la instalación atendida por una trabajadora.

El 'modus operandi' que presuntamente se puso en marcha y que aún no está especialmente claro sería, aproximadamente, el siguiente: a un paciente fallecido se le dispensa una cama mecanizada, que puede alcanzar un precio de 3.000 euros fácilmente en el mercado. La familia ni siquiera tiene constancia de ello pero en las cuentas del Servicio Andaluz de Salud figura dicho pago. A este respecto cabe recordar el caso señalado ayer por este medio en el que se recetó una prótesis de pierna a un vecino de Puerto Real que llevaba muerto casi una década. La sorpresa de la familia fue mayúscula. Al igual parece ser que se hizo con pacientes vivos a los que se recetaban estos remedios ortopédicos sin que ellos tuvieran constancia de los mismos. Como es fácil entender, los productos no llegaban a sus beneficiarios y ni siquiera salían de la ortopedia, por lo que el negocio se embolsaba el dinero.