comparsa

La afición

El tipo. Un gigante formado por papelillos y serpentinas. Las coplas. Una legión que sigue la fiesta desde Algeciras hasta León -ya comprobamos cómo ha calado la afición en Burgos-. Un monstruo que creció por el amor a las coplas. El metacarnaval le funciona a este grupo para recuperar su puesto en la segunda fase del Concurso. Pero las limitaciones en las letras se notan cuando los repertorios aspiran a cotas más altas, a pesar de la dignidad con la que se defienden. Sin demasiadas complicaciones, el último tramo de la música del pasodoble se enreda un poco. Coplas para superar el trámite del premio de los cuartos. Merecido homenaje en la primera pieza a Calor en la Noche por su labor de ayuda a las personas sin hogar. Un grupo de voluntarios que hace más que "un Gobierno de ladrones". Por su parte, el segundo pasodoble se relía para llegar al recuerdo a los padres, a los que bendicen por poder tenerlos. Destaca de toda la actuación el segundo cuplé, en el que, por su tipo, se ofrecen a lavarle el coche al jurado si pasan a semifinales. Mucho más cortito el primero a la invitación de Procopio a Quiñones y Pardo por dejarse la cartera en el coche cuando iban a comprar entradas para el Falla. Cúmulo de tópicos en el popurrí. Una afición al Carnaval que es muy sufrida.

Puntuaciones de cuartos Puntuaciones de cuartos

Puntuaciones de cuartos

En preliminares

Las coplas. Repertorio metacarnavalero. Gigantes hechos con un papelillo por cada uno de los aficionados al Carnaval y serpentinas que les atan. La enésima vuelta de tuerca a una idea sobre la  fiesta, sobre todo en el popurrí. Una afición que llega hasta León -bueno, este año tendremos a una chirigota llegada desde Burgos-. En la presentación, tiran de la potencia para intentar enganchar con su propuesta, una pieza que afean con algunos excesos -aunque el grupo se muestra en el resto de las piezas igual de conjuntado que en años anteriores- y en la que relatan la construcción de su colorido tipo y del alma de febrero. En la tanda de pasodobles, también  redundan en los temas carnavaleros en las dos letras. En la primera, pieza de presentación en la que narran el romance del autor con su guitarra para la creación de la música. Un amor que "no es correspondido" por Cádiz, pero da igual porque se quedan con el ratito que echan en el Falla y aseguran que se mueren si les falta. La música no se complica demasiado en su desarrollo, aunque algún cambio en la parte inicial no termina de acompañar. La segunda acaba empalagando al volver a caer en el tema de la afición al contar cómo debería ser un verdadero aficionado para acabar simbolizando esta figura en María la Hierbabuena. Simpático el cuplé dedicado al Caranchoa y su borrado de perfil. El segundo, a un voto en blanco por meter en el sobre pescado y caldo, metido con calzador. No terminan de enrollarnos. 

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Puntuaciónes COAC 4 / Miguel Guillén

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