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Máxima eficacia

  • El conjunto amarillo, con 169 disparos en la primera vuelta, es de los equipos que menos lanza a puerta aunque es el segundo más goleador de la categoría

Alfredo Ortuño  celebra uno de los  goles que ha  marcado este curso

Alfredo Ortuño celebra uno de los goles que ha marcado este curso / Joaquín Pino

Si hay un rasgo que caracteriza al Cádiz en el desarrollo de la primera vuelta del torneo de la regularidad es su efectividad de cara a puerta. El equipo amarillo no despunta precisamente por su facilidad para generar oportunidades, pero sí demuestra tener capacidad para hacer subir al marcador buena parte de las que fabrica.

La puntería es una de las claves que sirve para explicar el privilegiado cuarto puesto con 33 puntos en el ecuador del campeonato, ubicado en zona de promoción de ascenso pero sobre todo muy alejado del descenso, que es lo que más importa mientras la permanencia no quede asegurada de manera matemática.

La escuadra entrenada por Álvaro Cervera acredita 30 goles a favor después de 21 jornadas y con esa cifra -una media de 1,4 por partido- y es la segunda que más tantos anota en la categoría de plata, la misma cantidad que Levante, Lugo y Elche y sólo superada por la pujante Girona, que lleva 35. Sólo cinco equipos han tocado los 30 en una demostración de que no es sencillo batir al portero de turno.

Lo curioso del inquilino del estadio Ramón de Carranza es que puede presumir de pertenecer al grupo de cabeza de máximos goleadores a la vez que forma parte del furgón de cola de los que menos chutan.

La conclusión no ofrece dudas: no le hace falta llegar muchas veces al área para dar con la tecla.

El Cádiz es el equipo que presenta la quinta cifra más baja de disparos. Sólo tiene por debajo a Reus, Real Zaragoza, Real Oviedo y Alcorcón. Este último es el que dispone del peor saldo con sólo 150. Todos ellos acumulan menos goles: 18 los reusenses, 27 los aragoneses, 24 los carbayones y 14 los alfareros.

Para alcanzar la treintena de dianas, al Cádiz le han bastado 169 fogonazos. El promedio de los gaditanos es de ocho por partido. Han dirigido el esférico a la portería 78 veces menos que el más persistente, el Girona, que contabiliza 247 intentos, lo que supone una media de 12 en cada encuentro, cuatro más que los de Cervera.

Los catalanes lideran la clasificación goleadora gracias a sus insistencia. Necesitan siete tiros para perforar una vez la portería contraria, mientras que los gaditanos consiguen el objetivo en uno de cada 5,6 remates. Menos pegada pero mayor eficacia.

Los hombres de Cervera se mueven por debajo de la media global. De los 4.095 tiros realizados por el total de los 22 clubes que militan en Segunda A en los 231 disputados en los 21 capítulos de la primera vuelta, 535 han acabado en gol. Eso significa que en LaLiga 1|2|3 se necesita chutar 7,6 veces para hacer un tanto, aunque al Cádiz le es suficiente con dos menos de media. Los amarillos no necesitan tantos rodeos. Si disparan es para marcar. Mientras haya puntería no se aprecia la escasez de oportunidades.

No se trata sólo de tirar, sino de hacerlo bien y tener la pizca de una suerte que hay que buscar. No todos tienen esa fortuna. Valga como ejemplo el Rayo Vallecano es el segundo que más lanza (en 230 ocasiones), pero nada más que le da para sumar 22 tantos, es decir, un gol por cada casi 10,5. Cuando no hay acierto se refleja en la tabla y el cuadro madrileño, pese a su teórico potencial para luchar por ascender a Primera, ocupa la 16ª posición con 24 puntos, sólo dos por encima de la zona de descenso.

De los 169 disparos que atesora el Cádiz hay un futbolista sobre el que recae el peso con mucha diferencia: Alfredo Ortuño. El delantero lleva 42 tiros (una media de dos por partido), justo una cuarta parte de los realizados por su equipo.

Ello supone que con los13 goles que ya guarda en su mochila el artillero, convierte en tanto uno de cada tres lanzamientos. Sus rivales en la pelea por el Pichichi, con la misma cifra de tantos que él, necesitan intentarlo en más ocasiones para acertar.

Roger, ariete integrado en la plantilla del Levante, es el jugador de Segunda A con más disparos a puerta, 56 (2,6 por jornada), y acierta en una de cada cuatro tentativas. Joselu, atacante del Lugo, es el segundo que más chuta (51 veces, con una media de 2,4) y celebra un tanto cada cuatro lanzamientos. Ortuño es el séptimo en la lista de rematadores y comparte liderato en la batalla por ser el máximo anotador.

En la plantilla cadista, Salvi y Álvaro García, con 18 tiros cada uno, son los que más cerca están del yeclano, con cuatro tantos del sanluqueño y uno del utrerano. Rubén Cruz, que aún no ha estrenado su casillero de goles esta temporada, lleva una docena de remates, idéntica cifra que Rafidine Abdullah, que sí ha conseguido marcar en una ocasión.

Dani Güiza suma dos tantos y diez disparos. El caso de Aitor es llamativo. El extremo onubense ha chutado nueve veces y ha marcado tres goles, es decir, ha logrado una diana cada tres tiros. Pero para puntería la del delantero Gorka Santamaría, que no goza de los minutos que él quisiera pero ha aprovechado sus cuatro disparos para hacer dos goles (un 50 por ciento de efectividad).

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