El acuerdo de bases que firmaron el Ayuntamiento y todos los propietarios de los terrenos que se incluyen en la reserva de suelo municipal de la zona de Punta Cantera establece un desarrollo para la zona que todas las partes están obligadas a cumplir: una edificabilidad concreta, con unos usos concretos y unas limitaciones claras. Eso no cambiará aun cuando alguna de las propiedades que componen esta superficie cambie de manos. Lo dejó claro ayer el alcalde, José Loaiza, que no se mostró preocupado por los planes del Gobierno central, concretamente del Ministerio de Hacienda, de poner en el mercado los antiguos polvorines de Fadricas, suelo militar ya desafectado hace años.

La relación de solares publicada por el Gobierno incluye hasta tres espacios distintos en esa área: uno de 190.453,24 metros cuadrados, otro de 227.872,53 metros cuadrados y un tercero más reducido de 8.975 (definido como viales de acceso a los polvorines). Ha llamado la atención esos planes de venderlos cuando existe un acuerdo con el Consistorio sobre su desarrollo, aunque desde el equipo de gobierno se haya restado importancia con las declaraciones del propio regidor. "Hay un convenio que se tiene que cumplir -insistió-. No nos influye la propiedad. La compra de esos suelos supone la subrogación de los derechos y las obligaciones que están marcados". No cabe ninguna posibilidad de que se modifiquen los usos fijados para ese espacio, respondió a la pregunta de si podrían incluirse nuevos usos turísticos.

El plan de sectorización que hay que redactar para el desarrollo de esta superficie recogerá su uso residencial, y de actividad económica, con la edificabilidad que se ha establecido en el acuerdo, con los suelos previstos para equipamientos o para zonas verdes. A esa obligación por el convenio rubricado por las partes se suman las limitaciones que marca la normativa por tratarse de terrenos situados en zona de dominio público marítimo terrestre. "¿Qué el uso pueda variar? Lo veo muy difícil", sentenció Jose Loaiza.

El regidor no quiso entrar en el hecho de que una de las dos superficies que el Gobierno central pone en venta sea unos suelos sobre los que sus antiguos propietarios, la familia Vela de la Flor, tienen derecho de reversión -con una sentencia firme del Tribunal Supremo-. De hecho, también ellos firmaron el acuerdo de bases. "En los temas internos con los reversionistas el Ayuntamiento no entra", manifestó.

Las intenciones del Ministerio de Hacienda de movilizar un gran listado de inmuebles se traducen en San Fernado en suelos y un edificio que son parte del patrimonio de Defensa. A los ya mencionados se suman dos parcelas en el sector V de Fadricas II y los terrenos del antiguo Cementerio de los Ingleses. Sobre estos últimos el dirigente popular recordó que en el Plan General (PGOU) se recoge como un espacio para equipamiento verde y de ocio. No hay que olvidar que los planes para esa zona pasaban por crear un parque donde desembocara un futuro paseo marítimo de La Casería.