Con una huelga de controladores aéreos para la próxima Semana Santa sobrevolando su negra sombra sobre los aeropuertos españoles, Emilio G. Deza, presidente de Sodecta (Sociedad Española de Control del Tránsito Aéreo), destaca en declaraciones a este medio que "cualquier sistema que no sea un controlador con competencias va en detrimento de la seguridad de los usuarios del espacio aéreo". De esta forma se refiere al sistema AFIS, el sistema propuesto por el Ministerio de Fomento para sustituir a los controladores en los aeropuertos de escaso tráfico. Por el momento es una incógnita si dicho sistema se aplicará en aeropuerto de Jerez, que aunque tiene más de 50.000 operaciones anuales, la mayor parte de ellas no corresponden a vuelos comerciales.

Para Deza, "no es lo mismo una persona con competencia directa sobre el tráfico civil, controlando la separación, la fluidez y la seguridad en el tránsito, que una persona que se limite a dar información de determinados parámetros quedando la seguridad de la operación a merced de las propias aeronaves. No se entiende".

Sodecta es una asociación de controladores aéreos militares. Según destaca Emilio G. Deza, "en España hay que diferenciar entre los controladores titulados, unos 600, de los que unos 250 ejercen". En la actualidad hay unos 200 asociados si bien Deza apunta que "estamos teniendo muchas altas. En los últimos dos meses hemos subido un 30% fruto de todo lo que está pasando en torno a los sueldos de los controladores". Como se recordará, la opinión pública llegó a escandalizarse del sueldo de estos especialistas, los cuales cobraban hasta 300.000 euros mensuales.

Según Emilio G. Deza, "la recepción de dicha información nos dejó bastante sorprendidos. Obviamente, nosotros (los controladores militares) ya sabíamos que cobraban bastante pero no nos imaginábamos que tanto". Cuando el Ministerio de Fomento hizo pública dicha información salarial "sentó como un mazazo, pues se trataba de sueldos exagerados". Obviamente "el agravio comparativo es enorme". En la actualidad, los controladores militares trabajan en ocho aeropuertos del Ejército que están abiertos al tráfico civil. "Para que no haya dos controles que se entorpezcan las autoridades siempre han preferido dejar en manos de uno de ellos (civil o militar) el control". El mazazo, tal y como lo califican los controladores militares, "ha sido fuerte pues dentro de las unidades militares ni siquiera se reconoce la labor extraordinaria que se hace con esos tráficos civiles. Para los jefes -apunta Deza- es una labor más y para nosotros es un trabajo extraordinario. Nadie debe olvidar que un militar trabaja para los militares y en este caso se presta servicio a los civiles. Nosotros lo prestamos gratuitamente y ahora se sabe que quienes lo hacen ganan sueldos millonarios. No es justo".

Según apunta Emilio G. Deza, "la diferencia salarial está en torno a 10-18 veces, dependiendo de los puestos que se desempeñen. En la calle se reconoce dicha labor y en el Ejército no se paga ese trabajo porque no se reconoce. Lo que a la gente le indigna es que en muchos sitios se están llevando a cabo descongestionamientos del tráfico aéreo, como es el caso de Torrejón respecto a Barajas, y Aena está pagando al Ejército por dichos servicios, pero el Ejército no retribuye a los controladores, que son precisamente quienes le sacan las castañas del fuego".

Para terminar, cabe señalar que en la actualidad es imposible que un controlador militar pueda pasar al ámbito civil. Emilio G. Deza explica que "Europa unifica todas las licencias de los controladores europeos y éstas son iguales. Lo que le resta al controlador es que te contrate otro servidor de navegación aérea. En España hay dos, uno es el Ejército del Aire y otro es Aena. Ahora mismo, la indignación de los militares es enorme. Se intenta acabar con esa exageración de sueldo pero el Ministerio de Defensa va por otros derroteros. Todo esto está provocando que la gente huya del servicio de controladores a otros destinos que no sean de control de tránsito. Todo este asunto está provocando que ahora se corra el riesgo de dejar en situación muy crítica la gestión de los cielos españoles por falta de profesionales".