Un Juzgado Togado Militar de Sevilla ha condenado a tres años y un día de cárcel y a la pérdida de la condición militar al cabo primero Francisco Javier B.C., de 38 años y vecino de Chiclana, después de encontrarlo culpable de un delito de robo de cable de cobre de la Base Naval de Rota, donde estaba destinado cuando sucedieron los hechos, que se remontan a agosto del año 2012. Fue entonces cuando el personal de la base denunció la sustracción de dos bobinas de cable de cobre de unos 150 metros de longitud y un peso de 3.000 kilos cada una, valoradas en su conjunto en más de 50.000 euros.

Así se inició la denominada Operación Togado por parte del Equipo de Delitos Contra el Patrimonio de la Guardia Civil, que realizó inspecciones de centros de reciclajes de la zona y examinó las cámaras de seguridad de la Base Naval de Rota.

Tras la toma de declaraciones a los testigos la investigación se centró en un cabo 1º de la Armada en activo y destinado en el Servicio de Mantenimiento en puesto del Taller de Electricidad asignado al servicio eléctrico de los muelles a los que accedía habitualmente por razón de trabajo, lo que facilitaba su labor delictiva. El cabo había reclamado los servicios del camionero que sacó las bobinas de cobre y que las trasladó a Chiclana de la Frontera.

Una vez obtenidas suficientes pruebas, se solicitó al titular del Juzgado Togado Militar Territorial nº 22 de San Fernando una orden de registro en el chalet en el que reside el cabo, donde se obtuvieron datos suficientes para proceder a la detención del mismo y se localizó el cable de cobre sustraído, así como pruebas incriminatorias que permitieron detener a otras cuatro personas de las que se servía para vender el cobre sustraído sin que figurara su nombre en los registros de los centros de reciclaje. Gracias a la documentación intervenida se le imputó un delito por venta de hilo de cobre desde al año 2008 hasta 2012 por un importe de más de 166.000 euros en diversos Centros de Residuos Sólidos, si bien la Guardia Civil cree que con anterioridad podría haber vendido cobre por valor de hasta un millón de euros. Todo esto lo ponen de manifiesto teniendo en cuenta su nivel de vida, y los lujos que se encontraron en su chalet.

La Benemérita intervino además un vehículo de alta gama valorado en más de 40.000 euros y recuperó en el Centro de Reciclaje de Residuos Puente del Duque de Jerez de la Frontera, los 6.000 kilos de cable sustraídos.

Según datos a los que ha tenido acceso este medio, el cabo 1º aprovechaba que estas bobinas de cables de cobre estaban dispuestas para dar suministro a los barcos que atracaban en los muelles de la base para llevárselos y con ayudas de varios familiares trocearlos, pelarlos y venderlos. El juez también ha tenido en cuenta el daño ocasionado a la Armada, ya que en ocasiones estos barcos se quedaron sin suministro eléctrico desde tierra, algo que ha resultado clave para su expulsión de la Armada, así como el hecho de que la pena supere los tres años y por tanto tenga que entrar en prisión, no así sus cuatro colaboradores, que han quedado en libertad.

La Guardia Civil cree que F.J.B. podría estar detrás de otros robos de cobre, aunque sólo han podido imputarle las desapariciones de las últimas dos bobinas o carreteles.

El Equipo de Blanqueo de Capitales de la UOPJ de la Comandancia de Cádiz ha realizado una investigación patrimonial sobre el cabo 1º y su esposa para que respondan con la responsabilidad civil subsidiaria de más de 200.000 euros de valor del cobre sustraído en el robo del 14 de agosto y anteriores desde 2008. Es de resaltar el altísimo nivel de vida que tenía el detenido y que para nada se correspondía con sus ingresos declarados.