Pagan una casa en la que no pueden vivir porque tienen grietas como puños. Y de nuevo, han sufrido un varapalo judicial que no entienden. Las 22 familias de la promoción de viviendas de la Verbena, que tuvieron que salir hace seis años de sus hogares afectados de deslizamientos del terreno, han perdido de nuevo la batalla judicial que emprendieron hace varios años contra la promotora de estas viviendas, de nueva construcción, declaradas ruinosas por el estado que presentan. La Audiencia Provincial falló el martes a favor de los promotores del edificio afectado, que se encuentra en la ladera de la Verbena, unos terrenos que son objetos de una estabilización desde hace unos años para evitar nuevos desprendimientos. Es la segunda sentencia que pierden los afectados desde que iniciaran esta lucha.

Pues bien, las familias que tuvieron que dejar sus hogares en su día por los importantes desperfectos que presentaban dicen sentirse indignados por este fallo. Adquirieron sus pisos en 2005 a través de una hipoteca y otros empeñaron todos los ahorros de su vida para poder disfrutar de una vejez placentera en la casa de sus sueños. Pero la realidad les abofeteó cuando casi, desde el principio, empezaron a aparecer las grietas que "la constructora iba subsanando y explicando que se debía 'a un asentamiento del terreno'", cuentan los afectados. "En 2008 en mi vivienda y muchas otras, las grietas eran tan anchas que los pájaros entraban al comedor. Nadie nos daba explicaciones, nadie atendía nuestras quejas. Y los mismos vecinos tuvimos que contratar un experto, quien nos aconsejó abandonar inmediatamente el edifico por riesgo de cortocircuito a la llegada de las lluvias", explica, Ángela, una de las propietarias. El Juzgado de Primera Instancia Nº 2 de Arcos desestimó en 2013 la demanda que presentaron las 22 familias y la Audiencia Provincial ratifica ahora ese fallo. Entonces un informe del arquitecto Emilio Yanes encargado de los trabajos de estabilización de la Verbena concluyó que no se apreciaba "error en la construcción del edificio, no hay nada que vaya en contra del estudio geotécnico; el edificio no es la causa del deslizamiento". Y la juez sentenció que existió "un fenómeno que excede del proceso edificatorio". Dicen los afectados que están en "una situación desesperada. La justicia nos ha ignorado. Llevamos años fuera de las casas, pagando hipotecas pese a no poder vivir allí".