El juzgado de instrucción de Sanlúcar que lleva el 'caso Ávila' mantiene "abiertas todas las líneas de investigación" por la extraña desaparición del empresario sanluqueño Rafael Ávila Tirado, de 44 años, que continuaba en paradero desconocido al cierre de esta edición, indicaron fuentes oficiales, que siguen sin confirmar ni desmentir la posibilidad de un secuestro, la teoría más verosímil, ya que se han cumplido dos días (por ayer) y no hay datos de su paradero. Un grupo de policías expertos en la negociación y resolución de raptos ya está trabajando en el caso aunque, según la familia, hay pocas pistas. Además, dicen haber recibido llamadas que "son absurdas", y que podrían haber sido realizadas por delincuentes de baja estofa para sacar beneficio.

Sin embargo, este medio ha podido precisar que la primera llamada, horas después de que se presentara denuncia formal por la desaparición, era para reclamar una millonaria cantidad de dinero por poner en libertad a Ávila Tirado. Se habla de hasta 10 millones de euros, aunque esa cifra no es confirmada oficialmente. Otros círculos apuntaron que se han registrado otros supuestos intentos de secuestro de empresarios de esta ciudad, como el posible de Ávila.

La primera denuncia, realizada por Rafael Ávila Camacho, padre del desaparecido, no aportaba datos directos sobre un posible secuestro, aunque él sospechaba que podía haber ocurrido algo desagradable, indicó la Subdelegación del Gobierno. El hombre manifestó su inquietud porque no tenía datos sobre el paradero de su hijo desde las 21:00 horas del pasado lunes. Manifestó su temor pues Ávila Tirado es "un hombre ordenado y tranquilo. No sé el motivo de que la hayan tomado con un simple empresario", como lo ha definido un socio suyo. Los datos aportados por fuentes de la investigación y círculos próximos a la familia apuntan a que un grupo de personas lo pudo retener después de salir de trabajar y lo montó a la fuerza en un coche. No sustrajeron ningún efecto de la asesoría en la que trabajaba (incluso se halló su cartera) y tampoco se observaron signos de violencia en el inmueble. La Policía hizo la preceptiva inspección ocular del local posteriormente.

Otra posibilidad, aunque parece ya poco verosímil ante las últimas declaraciones de la familia, es la desaparición voluntaria de Rafael Ávila Tirado, casado y con hijos. Amigos indican que "no es su manera de ser, es un hombre responsable" y, además, un caso de desaparición voluntaria es bastante usual y, por lo tanto, no sería objeto de atención por parte de equipos de expertos de la Policía Judicial. Se intenta localizar a testigos de sus últimos movimientos. Fuentes de la investigación indicaron que se está cotejando si el empresario había sido objeto de amenazas recientemente. No parece que tuviera problemas personales -su situación además es solvente- que pudieran explicar una desaparición voluntaria, aunque tampoco se descarta totalmente.