"Se le pregunta por su estado de salud, contestando de forma desafiante 'Yo estoy bien, ¿qué hacéis aquí?. Ayudarme a sacar el coche de aquí', todo ello, con dificultades para mantenerse en equilibrio, con fuerte olor a alcohol y habla pastosa, debido a su evidente estado de embriaquez". Esto es de forma textual lo que se recoge en el parte elaborado por agentes de la Policía Local de Villamartín sobre un accidente de circulación ocurrido el pasado 9 de abril, Domingo de Resurrección, a las 22,30 horas, en dicha localidad. El protagonista de dicho atestado no es otro que el delegado provincial de Agricultura de la Junta de Andalucía, Juan Antonio Blanco, quien ha sido denunciado por la Guardia Civil como supuesto autor de un delito contra la seguridad del tráfico por conducir bajo los efectos del alcohol.

El coche que, según Policía Local y Guardia Civil, conducía el delegado de Agricultura se había salido de la carretera de la antigua estación. Blanco, no obstante, en ningún momento llegó a reconocer a los agentes que él fuera el conductor. De hecho, según se recoge en el parte policial, al que ha tenido acceso este diario, al llegar allí los agentes, tras ser advertidos por el dueño del hotel existente en las inmediaciones del accidente ocurrido. Según dicho atestado, Blanco negó que él condujera el coche, asegurando que "pasaba por allí y sólo quería sacar el coche de la cuneta". No obstante, según los agentes, Blanco llevaba las llaves del coche en la mano cuando el vehículo aún tenía las luces encendidas y desprendiendo un gran olor a quemado, debido posiblemente a los reiterados intentos de liberar el coche del barro para devolverlo a la calzada. Después, agrega el parte policial, ofreció otra versión, manifestando que iba con el dueño del hotel que había llamado a los agentes, en su coche y que se había parado "para sacar el vehículo averiado de la cuneta". No obstante, los agentes han hecho constar en su informe que el aludido negó con rotundidad dicho extremo.

Para los agentes, así las cosas, "se deduce irremediablemente que nos encontramos ante el conductor del vehículo (por Blanco), el cual observamos que trata de eludir una más que posible sanción por conducir bajo los efectos de las bebidas alcohólicas".

"En todo momento -se agrega- el señor Juan Antonio se encuentra muy nervioso, deambulando sin sentido y sin mantenerse apenas en equilibrio, debiendo ser sujetado por los agentes en varias ocasiones debido a la incapacidad de mantenerse en pie que presentaba, llegando incluso en una ocasión a caerse junto al guardarraíl de la calzada".

El coche que conducía Blanco es propiedad de un matrimonio que regenta un bar en Villamartín. Tanto el hombre como la mujer acabaron personándose en el lugar del siniestro, al ser requeridos por la Policía Local, que, al tratarse de una vía interurbana, notificó lo ocurrido a la Guardia Civil, para que se hiciera cargo del atestado.

Efectivos de Tráfico de la Benemérita acudieron al lugar, donde se encontraron tanto con Blanco como con un hombre y una mujer, el matrimonio citado. Según han indicado a este diario fuentes de la Benemérita, ese hombre dijo que era él el que conducía el coche. Al ser montado en la furgoneta para practicarle la prueba de alcoholemia, dijo que "ese marrón" no tenía por qué comérselo él. Después, la mujer, según las mismas fuentes, también comenzó echándose la culpa a sí misma, aunque acabó señalando al delegado de la Junta. De hecho, a ella los agentes de Tráfico le tomaron manifestación allí mismo, reconociendo la mujer que Blanco había estado bebiendo en el bar que regenta junto a su esposo,. Y que fue con el delegado hacia el coche de su propiedad, "haciéndose cargo él de la conducción". En esta manifestación, también en poder de este diario, la mujer declaró que fueron en el coche hacia las afueras de Villamartín, llegaron hasta el hotel de la antigua estación, sin llegar a entrar, y retornaron a la localidad, aunque, en un tramo recto, "el señor Juan Antonio se distrae sin saber en qué y acaba perdiendo el control del vehículo, que se salió por el margen izquierdo y quedó semivolcado en la cuenta". Según esta mujer, el delegado dijo varias veces que "esto hay que taparlo como sea, y que él nunca iba a reconocer que era el conductor", por lo que llegó a ofrecerse su esposo, quien fue rápidamente a recogerla al saber lo que había ocurrido, yéndose los dos de allí y dejando al delegado junto al coche, solo, como lo halló la Policía.

Al final, la Guardia Civil practicó a Blanco el test de alcoholemia, arrojando en las dos pruebas 0,74 y 0.71 miligramos de alcohol por litro en aire aspirado, casi el triple del tope máximo, fijado en 0,25, por lo que fue denunciado.

Este diario intentó ayer en reiteradas ocasiones contactar con Blanco, sin que ésta atendiera a las llamadas realizadas.