Tribuna libre

jesús / benítez / Periodista / Y Escritor

Cómprate un Bosque y encuéntrate...

Reza la leyenda que, a finales del siglo XVIII, el beato Fray Diego fue objeto de un desagradable recibimiento en El Bosque. Aunque esta población le dio cobijo en su infancia, parece ser que el misionero se sintió molesto a su regreso por algunos gestos de indiferencia. Para repudiarlos, el ilustre religioso se habría sacudido las chanclas al abandonar la aldea, gritando a los cuatro vientos: "De este pueblo no quiero ni el polvo".

Dar crédito a esta fábula popular, no le otorgará nunca veracidad. Pero la realidad incuestionable es que, a día de hoy, El Bosque destaca como uno de los puntos más atractivos de España. Sin falsa modestia, he viajado por los cinco continentes durante muchos años y puedo asegurar que el paraíso habita en esta localidad de la Sierra de Cádiz. Lo tiene casi todo. Su inigualable ubicación geográfica, como 'puerta' del Parque Natural Sierra de Grazalema, sus infraestructuras hoteleras y de servicios, son internacionalmente valoradas. Basta con observar su actividad en un fin de semana, para corroborar el efecto imán que a nivel turístico provoca esta población gaditana.

Quizá, a nivel interno, en El Bosque debería existir una mayor influencia de sus empresarios y asociaciones. En mi modesta opinión, las empresas de esta localidad, como artífices reales de su éxito, deben tener un mayor peso específico en la gestión local. Ahora que las recientes elecciones municipales han devenido en un resultado holgado y renovador para la estabilidad social, es el momento de acabar con la falta de concordia que se ha vivido en la localidad en estos últimos cuatro años. Es decir, la nueva alcaldesa, su equipo de gobierno y toda la oposición deberían ejercer una colaboración permanente con dueños de bares, restaurantes, hostales, casas rurales, empresas en general, tiendas, etc., para impulsar el progreso de la población. No es cuestión de gobernar desde la ideología o el clientelismo, sino de sumar voluntades e iniciativas. La prosperidad de El Bosque pasa por el uso de sus potencialidades colectivas. Es obligatorio restaurar el espíritu corporativo, dialogar, aunar esfuerzos, remar en la misma dirección, escuchar a los jóvenes y sus iniciativas, mirarse en el espejo de otras ciudades ejemplares, etc.

Hay una frase un tanto despectiva que te invita a "comprarte un bosque y perderte". Cada vez que la escucho, recuerdo lo que me ocurrió la primera vez que fui a Malasia en 1990. Debía realizar más de 40 kilómetros en coche de alquiler, desde el aeropuerto de Kuala Lumpur al centro de la capital malaya. Diluviaba y estaba anocheciendo. Los mapas no me permitían orientarme. No existían teléfonos móviles ni GPS. Apeé el vehículo en el arcén, paré a un motorista y le rogué que me indicase cómo llegar a mi hotel. Seguí su motocicleta sin perder la estela. Fue toda una odisea bajo la lluvia monzónica, pero me permitió concluir que el hombre sólo se pierde, cuando se niega a descubrir. Gracias a esta pedagógica experiencia, siempre invitaré a utilizar a El Bosque para encontrarse, nunca para el desencuentro...

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios