SON los federales, el Séptimo de Caballería. Ahí vuelven socialistas y afines, al inconfundible toque de carga del tuturututú, a todo trapo. Irrumpen en el debate territorial de Cataluña, dejando en el ambiente cierta sensación de... spaghetti western.

Proponen la reforma de la Constitución para crear un estado federal como medio de apaciguamiento o acomodamiento de los independentistas. La intención es agradar, pero no saben nociones básicas de Derecho Político. Los estados miembros de un estado federal, aparte del nombre de "estados", que debe de ser la campana que éstos han oído, tienen menos competencias que las actuales comunidades autónomas. Además, el federalismo es un camino hacia la integración y la unidad, no al revés. Y refuerza la igualdad entre los ciudadanos y las partes de una nación, que es justo lo que nuestros nacionalistas odian, empeñados, como niños, en sus hechos diferenciales. Con el añadido de que los "hechos" les importan muchísimo menos que los "diferenciales". ¡A ésos van los federales del Séptimo a ofrecerles un Estado federal! Y ni dándoselo "asimétrico", lo quieren, como es lógico.

Por si no bastase con la inconsistencia doctrinal, vienen con prisa, a galope tendido. La reforma constitucional, exigen Iceta, Sánchez y Susana Díaz, tiene que hacerse cuanto antes: tuturututú. La impresión que se transmite no es la de un mesurado y ambicioso replanteamiento político, sino que se está deseando fumar la pipa de la paz cuanto antes, cómo sea. Ya.

Y deseando, más que nada, salirse de la foto de la unidad de los constitucionalistas. No hay que ser un lince (o un coyote) para darse cuenta de contra quién van los tiros: contra el PP. Es una lástima que no hayan sabido saltarse el consabido guión de las derechas y las izquierdas, porque el inmovilismo (no el doctrinal, no, ojalá, sino el político) de Rajoy les ponía muy fácil no hacer seguidismo y defender, sin embargo, la Constitución, de acuerdo con la historia de España y de nuestra democracia. El manifiesto Libres e Iguales, donde hay abajo-firmantes de todas las procedencias ideológicas, les podría haber orientado si no les hubiese sacado tan rápido de sus casillas. Han montado al galope, tuturututú, otro manifiesto. Ellos vienen de federales, tuturututú, con su rollo yanqui y centroeuropeo, pero, en mi humilde opinión de colono acosado por los comanches, están haciendo también el indio.