Cultura

Las puertas de la gloria

Es tiempo de crisis. Nadie lo pone en duda; sólo hay que salir a la calle. El Arte y sus hacedores están notando estos tiempos convulsos de forma especialmente dramática. El comercio artístico es casi inexistente. Los artistas tienen que buscar nuevas vías para dar salida a sus trabajos. Uno de estos medios es, sin duda, los certámenes artísticos. Esto lo estamos viendo de forma notable. Significativos nombres de nuestro arte que antes tenían encauzados sus trabajos, tienen que acudir ahora a unos premios a los que, no hace mucho, no les prestaban el menor interés. Es esta una casuística que corre paralela a los tiempos esquivos que nos contemplan.

Existen Certámenes de Arte que son clásicos en una concursística muy cuestionada y que, sin embargo, ellos permanecen inalterables y con el interés de casi todos en su posición más alta. El de Quesada es uno de ellos: el Certamen Internacional de Pintura Rafael Zabaleta, que este año llega a su cuadragésima edición. Historia viva de nuestro arte. Una historia artística que tiene mucho que ver con la propia localidad, con el artista al que se homenajea y con el Museo que alberga su obra. Y por aquí quiero empezar.

Quesada es una población jiennense que mira a la Sierra de Cazorla y que ha sido la cuna de uno de los grandes pintores españoles del siglo XX: el genial Rafael Zabaleta. Y Quesada posee, como no podía ser menos, un bellísimo Museo dedicado a su ilustre paisano. Rosa Valiente, lo dirige seria y eficazmente y dotándolo con todos los argumentos de un moderno centro de arte. Entre las muchas actividades que se desprenden de la labor llevada a cabo desde el Museo Zabaleta está este Premio de Pintura, uno de los mejor planteados de cuantos existen en España y que Rosa Valiente ha sabido adecuar para que su trascendencia crezca en cantidad y en calidad edición tras edición.

Este año hemos tenido la oportunidad de asistir como miembro de un jurado, junto a dos figuras importantes de nuestro arte, el crítico José Marín Medina y el profesor Fernando Martín, que completaba un jurado formado por la propia Directora del Museo, el Concejal de Cultura y que era presidido por el Alcalde Manuel Vallejo Laso. Mucha calidad en las obras presentadas, muchos nombres importantes y difícil actuación para un jurado que resolvió por unanimidad y concedió los siguientes premios: Premio Rafael Zabaleta (7.000 euros) a la obra Bosque de Escorzos 2, del pintor madrileño Alvar Haro; Segundo Premio (3500 euros) a Reporteros del valenciano Luis Pérez Igualada, y Tercer Premio (1500 euros) a la obra Me haces crecer de Beatriz Sánchez, concediéndose la Mención Especial del Jurado a la obra presentada 'Sin Título' por Moisés Escudero.

El Premio Rafael Zabaleta ha cumplido, una vez más su trascendente función. Nosotros hemos asistido a un certamen serio y riguroso y hemos disfrutado de un Museo importante con la obra de un artista genial. De Quesada no hablamos porque es la antesala de la gloria.

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