El pasado marzo, el CV Puerto Real concluía momentáneamente su sueño en la primera categoría del voleibol nacional. La satisfacción era máxima, ya que tras ocho años para alcanzar la cima, el equipo había firmado un buen debut logrando la permanencia y acariciando los play-off. Un mes después, la alegría se ha tornado agridulce porque el club tiene que moverse a contrarreloj y buscar como sea recursos que le permitan inscribirse en la Superliga antes de final de junio. Se consiguió la permanencia en la cancha pero ahora hay que conseguir la económica.

De este modo, los blanquiverdes trabajan duro y han preparado un dossier que puerta a puerta se distribuye y en el que explica su historia, la categoría, el seguimiento de la afición, la repercusión mediática... Pasar de ser un club deportivo de pueblo a codearte con los más poderosos no es fácil. Según explica el vicepresidente segundo y director deportivo, Juan Busto, "por desgracia no es el fútbol o el baloncesto y a los patrocinadores les cuesta apoyar a estos deportes. Mucha gente o empresas no saben que estamos en Superliga y que es la máxima categoría o lo que ello supone, por ejemplo, viajar por toda España o partidos televisados".

La pasada campaña, la entidad contó con el patrocinio de Cajasol, pasando a llamarse CV Cajasol Puerto Real y llevando el logotipo en la equipación. La próxima temporada, en cambio, este patrocinio no parece que fructifique puesto que el otro equipo que patrocina la caja sevillana, Cajasol Juvasa de Dos Hermanas, ha ascendido.

El presupuesto del equipo se fijó en la 2009/2010 en unos 340.000 euros, "el más bajo de la categoría junto al de, posiblemente, Caravaca", según Busto, y el de la temporada para la que ya se trabaja más o menos será el mismo, porque, afirma, "no podemos aspirar a más mientras no haya empresas privadas que apuesten por nosotros como pasa con CAI Teruel o Unicaja Almería, por ejemplo". Pero hasta que no llegue esa gran mano amiga, el club busca "empresas más pequeñas que ayuden recibiendo a cambio publicidad". El jugador se convierte en una valla publicitaria andante, todo recurso es poco. Cinco módulos para anunciarse en las calzonas y hasta seis en la camiseta, con tarifas totalmente negociables. Asimismo, el Pabellón Municipal de la Villa se llena de paneles en los que publicitarse tiene un coste desde 40 euros mensuales. Los miembros de un club que deberían estar pensando en la planificación deportiva, se transforman en comerciales durante meses para poder luego desarrollar su actividad original. Es la ley de los deportes minoritarios.

Internet también es un instrumento para darse a conocer. El Puerto Real tiene una web en constante actualización y está presente en las tan de moda redes sociales, Facebook y Tuenti, con más de 500 fans. Personas que con suerte pueden también convertirse en socio colaborador, el cual paga 40 euros a principios de Liga recibiendo la camiseta oficial como regalo y pasando a entrar en todos los sorteos que el club realiza para, por ejemplo, viajar con el equipo. En esta ocasión, esperan superar la cifra de alrededor de un centenar que consiguieron la pasada campaña.

A pesar de todo este esfuerzo, saben que cabe la dura posibilidad de no poder hacer frente al proyecto y temen embarcarse en él por toda las vicisitudes sufridas hasta ahora: "Si no tenemos el 100% del presupuesto cerrado no vamos a salir, eso lo tenemos muy claro, porque no queremos pasar lo de este año. Aunque sería una pena que no saliéramos adelante con toda la ilusión de la gente y el ambiente que se está viendo en Puerto Real y la provincia. Debería haber un esfuerzo de todas las partes para que esto dure mucho años".

Finalmente, con humildad y en calidad de director deportivo, Busto reconoce que "intentaremos no caer en los errores del año pasado y ahorrar un poco en el tema de cambio de jugadores, que también es muy importante".

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