Coro

Capitanes del sur

Localidad: Cádiz

Letra: Ramón Peñalver Hoyos, Antonio Procopio Baizán y Francisco Cárdenas Ruso

Música: José Antonio Burgar Cumbre y Antonio Martín García

Dirección: Fernando de la Flor Pereira

el tipo. Guardianes de las playas gaditanas.  

las coplas. Que el jurado haya pasado a 12 coros a los cuartos  no le hace ningún favor a la modalidad. El coro de Procopio aprovechó su segundo y último pase en el Concurso para desquitarse sobre algunos temas polémicos. De cuatro letras nuevas, uno de los autores se dedica tres de ellas. Con los mismos errores que en el primer pase, en el primer tango recuerda su 30 aniversario sobre las tablas del Falla. Autores como Julio Pardo, Ramón Peñalver o Kiko Zamora salen a escena. Recuerdo a Juan Antonio Lamas y repaso de parte de su trayectoria entre reparto de abrazos. El conjunto sigue sin convencer con su interpretación, que decae especialmente en esta letra. En el segundo, Procopio se defiende de las críticas y ataca directamente a Antonio Martínez Ares por el pasodoble que le cantó al Patronato, en el que le llamó "Capitán Procopio".  Le critica que haya renegado de la fiesta, le recuerda que Teófila Martínez le "ponía comida en tu mesa" y le dice que vuelve al Concurso por "tu fracaso". Una entrada en lo personal carente de estilo, más allá de que algunas letras contra el Patronato tampoco lo han tenido. Que siga la guerra...  Para colmo, en el primer cuplé desarrollan las vicisitudes de la organización del Concurso. En el segundo, por el yihadismo dejan de poner a una mujer mirando para Rota para hacerlo hacia La Meca. 

 

EN PRELIMINARES

las coplas. Guerreros imaginarios entre piedra ostionera y conchas. Defensores del litoral, se preparan para luchar en "la guerra del tirititrán". Pelean contra el que ahoga a su tierra  y las "mordazas para que no cante". Entrarán en la batalla y no les importa morir y que quede a salvo "la playa" -que es lo que realmente defienden-. Este coro, con autores de renombre, pincha tanto el repertorio como en su defensa por parte del grupo. La firma de Antonio Martín no corresponde con la calidad del tango -la duda es si es por su creación o por su montaje-. Plano y corrido, ni termina de arrancar ni tiene su pellizco característico. En las letras, apuestan primero por el clásico tango de presentación de defensa de esta composición, los recuerdos de cuando iban a la plaza a escuchar los tangos y las emociones que sienten al escucharlo. "Por más que pasan los años, en cuantito que escucho un tango acabo llorando como mi padre", cierran. En el segundo, de temática más original y localista, relatan los lamentos del Nazareno de Santa María a la Virgen de los Dolores por el cambio del itinerario en la pasada Semana Santa al no pasar por su barrio. "Que me lleven, por mis cojones, siempre a mi barrio". Pasable, pero no levantan. Una pistola escondida en un cacheo en un aeropuerto y el partido entre el Cádiz y el Madrid dejan dos malos cuplés. En el popurrí, la idea entra en la poesía sobre las cuatro playas capitalinas: Cortadura, Victoria, Santa María del Mar y La Caleta. Recuerda irremediablemente a la comparsa tarifeña 'El reino de la playa', de Nono Galán. Olvidable. 

  

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