Cádiz

"Cualquier arquitecto firmaría en blanco por hacer este Parador"

  • Luis Collarte explicó a sus colegas de profesión en el Colegio Oficial de Cádiz que el Hotel Atlántico estará "más en contacto con la ciudad de lo que estaba antes"

"Cualquier arquitecto firmaría en blanco hacer este Parador con esta localización: centralidad urbana y proximidad de una lámina de agua". Luis Collarte, arquitecto del nuevo Parador Atlántico, ofreció ayer las claves de su participación en este proyecto ante la experta concurrencia del Colegio Oficial de Arquitectos de Cádiz. La frase que encabeza este texto es una buena prueba del entusiasmo con el que el prestigioso profesional afrontó el reto de diseñar una de las infraestructuras clave del Bicentenario. Lejos de tecnicismos, su conferencia estuvo plagada de tintes románticos:  "Las proximidades físicas de los paradores a las ciudades se transmutan en proximidades sentimentales". Por eso en el Atlántico "no habrá vallas ni cierres perimetrales. Será un Parador más en contacto con la ciudad de lo que estaba antes". Collarte destacó que "regalamos la planta de abajo a la ciudad y las de arriba a los clientes, que tendrán absoluta privacidad. Será como una casa de campo, con el recibidor y su bullicio abajo y la intimidad arriba".

El arquitecto gallego explicó que "la mayoría" de las cadenas de hoteles "se han convertido en dormideros y se está perdiendo la relación de los hoteles con las ciudades como centros de la vida social. Debe haber simbiosis con las ciudades. Como el hostal parador de la plaza del Obradoiro, en Santiago de Compostela, el único lugar de la plaza donde tomarse un buen café".

Collarte calificó de "extraordinaria" la oportunidad de su estudio de intervenir en la construcción del nuevo Parador de Cádiz y esgrimió para ello varias razones. En primer lugar destacó la coincidencia de la inauguración del hotel con el Bicentenario. "Hubiera sido una construcción importante en cualquier momento, pero la efeméride es un agradable añadido", matizó. Además, Collarte destacó que se trata de una actuación integral que se aleja de la tipología habitual de las actuaciones de la red de Paradores Nacionales, más cercanas a las rehabilitaciones o remodelaciones de edificios ya existentes. En tercer lugar, Collarte valora positivamente la libertad que han tenido para construir, según el plan de Paradores, que no es habitual en este tipo de arquitecturas especializadas. Por último, les sedujo la novedosa mezcla de nueva construcción y mantenimiento de la memoria funcional ligada a la ubicación del hotel y a su historia. Al respecto, el arquitecto explicó que aunque se partirá de cero, él valora "la historia funcional del edificio anterior, porque los restos de su historia están ahí. Por eso dormí dos noches en el Atlántico antes del derribo, para ver qué me inspiraba. Y gestos como los paseos o la contemplación de las puestas de sol van a permanecer. Esa relación con la ciudad no la podíamos borrar".

Collarte señaló que se aplicarán las últimas tecnologías. "Queremos contribuir a la historia de la cadena aportando la tecnología más avanzada, porque los edificios antiguos que albergan a muchos paradores en España fueron exponentes de la alta tecnología de sus respectivas épocas". Aunque matizó: "Habrá alta tecnología, pero en la piedra y la madera debe notarse la mano del hombre". Lo dijo quien empezó trabajando como cantero en su Galicia natal.

Para terminar, el arquitecto orensano declaró que "estoy seguro de que el hotel será tan atractivo que los clientes querrán estar allí mucho tiempo. Queremos que la gente quiera entrar sin pedir que se entre".

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