San Fernando

Vía libre a Antonio Moreno

  • La ruptura del pacto deja al PP sin ataduras para preparar la vuelta del ex alcalde

El PP tiró ayer de manual para abandonar el gobierno de San Fernando. Porque ese manual de la política, aplicado por todos desde siempre, dice claramente que si hay que romper un pacto lo preciso es hacerlo a un año de las elecciones, con un argumento que inspire un mínimo de credibilidad, alejándose paulatinamente durante unas semanas de su socio y, a ser posible, forzando la maniobra para que sea "el otro" quien dé por zanjado el acuerdo. Así fue ayer y así fue también en 1998, cuando el PSOE decidió romper el pacto que tenía con el PA dejando en solitario en el gobierno a los andalucistas que entonces lideraba Antonio Moreno.

Sólo desde las directrices que marca este manual se entiende por qué el PP se ha venido refiriendo en los últimos días a la "falta de credibilidad" del gobierno isleño, por qué ha subrayado en reiteradas ocasiones la "contundencia" del informe de la Cámara de Cuentas sobre el desfalco en la caja municipal y por qué lanzó ayer el órdago de pedir en una misma bandeja las cabezas de la concejala de Hacienda y del alcalde. Si sólo hubiera pedido la destitución de la primera, se podría haber visualizado un mínimo interés de los populares por seguir en el gobierno. Pero al apuntar directamente al alcalde todo cambió. Y a De Bernardo no le quedó otro remedio que firmar los decretos de destitución de todos los concejales del PP. Lo contrario hubiera sido hacer el ridículo.

Pero como todo está inventado en política, pocos se creen a estas alturas que haya sido el desfalco el detonante de esta ruptura. Porque, de ser así, ¿por qué no rompió el PP hace un año, cuando estalló el escándalo? ¿Ha cambiado algo en estos doce meses? Absolutamente nada.

Por eso muchos se acordaron ayer de Antonio Moreno que, ahora sí, ya tiene el camino expedito para convertirse en el candidato del PP a la Alcaldía de San Fernando. El ex regidor volvía a negar ayer que haya conversado con la cúpula del PP en torno a esta hipotética candidatura. Y todos los dirigentes del Partido Popular, desde Sevilla a La Isla, insistían ayer en que la ruptura del pacto nada tiene que ver con Moreno. Otra vez aparece el manual. Porque si se vincula una cosa con la otra, se llegaría a la conclusión de que el PP sólo está pensando en las municipales de 2011.

Hay dos verdades. La primera es que el PP no ha decidido aún quién será su candidato a alcalde en San Fernando; y la segunda es que en la dirección regional del partido sólo se tiene en mente el nombre de Antonio Moreno, en parte porque sigue sin aparecer una alternativa clara que eclipse a esta opción y en parte también porque las encuestas que se han encargado en la ciudad vienen a decir que la sociedad isleña añora a quien fuera su alcalde durante 15 años y medio, cuya valoración no ha descendido un ápice. Con Moreno al frente de la lista, se piensa desde las más altas instancias del PP, se captarán votantes en zonas de la ciudad que jamás han confiado en estas siglas y esos nuevos votantes superarán con creces a los desengañados que sí han sido fieles a esta formación.

Si el PP hubiera presentado a Moreno como candidato siendo aún socio del PA, De Bernardo se habría obligado a hacer lo mismo que hizo ayer: pasar a gobernar solo. Pero entonces no habría valido la excusa del desfalco. Ahora, ya sin socio que se enoje, el PP tiene vía libre para retar al PSOE a un duelo al sol, a un cara a cara en las urnas. Y que gane el mejor.

Ambos partidos dan por hecho que el PA se hundirá sin remisión en las urnas dentro de un año. Pero, ¿cuál es el suelo del PA en el municipio más andalucista de la provincia? ¿Qué pasará si no hay mayoría absoluta y deciden los andalucistas? ¿Por quién optaría De Bernardo, por un candidato socialista que le ha defenestrado como político y como economista o por un candidato del PP que es visto como un traidor por el PA? El manual no llega a tanto.

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