El Tiempo Un inesperado cambio: del calor a temperaturas bajas y lluvias en pocos días

Cádiz

Libertad, tolerancia y democracia, las banderas de Suárez

  • Antonio Morillo recogió el II Premio Libertad Cortes de Cádiz en nombre del ex presidente del Gobierno de la UCD · La alcaldesa y el presidente del Senado entregaron todos los galardones en un acto celebrado en el Palacio de Congresos

Antonio Morillo pidió sólo un minuto para agradecer la concesión del II Premio Libertad Cortes de Cádiz a Adolfo Suárez, galardón que él recogió en su nombre para hacerlo llegar a la familia. El que fuera diputado de la formación centrista por Cádiz y alcalde de Vejer, político consistente y demócrata convencido, agradeció el premio otorgado a su "amigo y presidente", y fue tan breve como directo en su alocución: "Adolfo Suárez tuvo tres banderas: libertad, democracia y tolerancia, y las tres las izaba a la misma altura". Y usó un símil taurino para explicar que recogía el premio como el integrante de una cuadrilla que recoge las orejas ganadas por un torero herido en el ruedo. Breve y con enjundia. La entrega de este galardón se convirtió en el momento emotivo del acto institucional que, en el Palacio de Congresos de Cádiz, sirvió para entregar otros cinco premios Cortes de Cádiz. El presidente del Senado, Javier Rojo, presidió el acto junto a la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez. En un lugar destacado asistió el alcalde de San Fernando, Manuel María de Bernardo, presente por la celebración del Bicentenario de 1810 en La Isla.

Especialmente adaptado para la ocasión, el patio del Palacio de Congresos acogió una ceremonia sencilla y relativamente breve que, presentada por la periodista de Onda Cádiz Fátima Sánchez, contó con el apoyo audiovisual de una gran pantalla situada sobre el escenario. En ella se fueron proyectando dibujos alusivos a los premios que se iban entregando y, cuando Antonio Morillo recogió el Premio Libertad Cortes de Cádiz, dos fotos del ex presidente del Gobierno Adolfo Suárez: una en la que aparecía en uno de sus múltiples discursos desde el atril del Congreso de los Diputados y la otra, una imagen reciente pero ya histórica, en la que el artífice de la transición española aparece junto al Rey, ambos de espaldas, durante una visita del monarca a su casa. El aplauso fue el más lardo de la tarde, y también el más sentido. Un premio éste que, sin duda, logró más unanimidad que el primero otorgado el pasado año al presidente de Colombia, Álvaro Uribe. Un premio, esta vez sí, de consenso.

A él, a Adolfo Suárez, se refirieron tanto Javier Rojo como Teófila Martínez en sus discursos. Ambos ensalzaron su figura política y humana, lamentaron la enfermedad que desde hace unos años le atenaza y agradecieron su trabajo de construcción de una España democrática.

"No ha podido hoy estar con nosotros -dijo Teófila- para recibir el Premio Libertad Cortes de Cádiz, porque, como saben todos ustedes, no tiene la salud que le desearíamos los españoles, pero está entre nosotros, en el interior de nuestros afectos y de la gratitud que esta ciudad, que siempre lo sabe valorar porque sabe de libertad, que es su gran triunfo y su recuerdo como sociedad (...) El presidente de la transición, el hombre que, junto al Rey, hizo el camino de la libertad".

También Javier Rojo se refirió al "reconocimiento emotivo, de corazón" hacia la figura de Suárez, definió el Alzheimer que padece como un "sarcasmo de la historia" y afirmó que "encarna toda la simbología de las Cortes de Cádiz, libertad y entendimiento de los españoles". Y referencia a la palabra mágica que hace avanzar las sociedades y a sus personas: "El consenso, el respeto por las posiciones del adversario". Rojo guardó un resquicio para la autocrítica. "A los políticos nos piden los ciudadanos que tiremos todos del carro, que nos unamos (...) para alcanzar el objetivo común, también desde la renuncia de los objetivos propios".

Los protagonistas fueron también, indudablemente, los cinco galardonados con los Premios Cortes de Cádiz en sus distintas modalidades, que recogieron sus distinciones de manos, alternativamente, de Javier Rojo y Teófila Martínez. Así, Antonio Galán de Mera recibió el Premio de Botánica Celestino Mutis, por su trabajo La vegetación del sur de Perú. Del desierto al altiplano en el departamento de Arequipa; Luis Manuel Ruiz García recibió el Premio de Relatos Cortos por Sesión continua; Antonio Calvo Maturana logró el de Ciencias Sociales por Aquel que manda las conciencias...: Iglesia y adoctrinamiento político en la Monarquía Hispánica (1780-1808); Antonio Rojas Peinado se hizo con el galardón de Bellas Artes Juan Luis Vassallo por su obra Espacios de ficción 2009, y el filósofo Luis Puelles Romero recibió el de Investigación por su trabajo Mirar al que mira: para una estética de los espectadores. Además de su correspondiente premio, Antonio Galán recibió también un grabado de Celestino Mutis de manos de Carmen Cózar, presidenta de la Academia Hispano Americana.

Todos recibieron el cálido aplauso del público asistente, entre el que se encontraban sus familiares, los miembros del jurado y personalidades del Cádiz cultural e institucional. La ceremonia, de hecho, se convirtió para los distintos responsables municipales y del propio Palacio de Congresos en otro ensayo, uno más, para los actos que están previstos para el Doce. Así lo viven.

Teófila Martínez y Javier Rojo se encargaron de recordar que la cuenta atrás para la conmemoración de la efeméride tiene cada vez menos dígitos, y que Cádiz será entonces, o deberá ser, una referencia política y cultural para España e Iberoamérica. El presidente de la Cámara Alta española llegó a felicitar a la alcaldesa por el trabajo realizado hasta ahora.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios