"En tiempos de crisis, velemos por los derechos de los inmigrantes", fue el título de la conferencia que Elena Arce, asesora del Defensor del Pueblo de España, pronunció ayer en el centro Tierra de Todos, organizador de la misma junto al Secretariado Diocesano de Migraciones y la Asociación Cardijn, con motivo del Día Internacional de los Derechos de los Trabajadores Inmigrantes.

Gabriel Delgado, director del Secretariado de Migraciones, aludió en la presentación a la conmemoración de la aprobación de la convención internacional sobre los citados derechos, a la que dijo que se habían adherido 34 países, ninguno de ellos de la Unión Europea. Asimismo citó la nueva Ley de Extranjería, aprobada el pasado 26 de noviembre, que dijo que contemplaba diversos enfoques restrictivos y mostró su preocupación porque a los inmigrantes se les considerase solo una fuerza de trabajo, que sobra en tiempos de crisis.

Por último calificó a la conferenciante de "mujer valiente y mente clara".

Elena Arce, que puntualizó que iba a ofrecer sus opiniones personales, comenzó resaltando que tiempos de crisis como los actuales no son una buena época para hablar casi de ningún derecho, pero recordando su trabajo con inmigrantes desde 1994, "me agota estudiar una nueva Ley de Extranjería, que se ha convertido en una carrera de obstáculos para ciudadanos ejemplares".

Luego, basándose en datos del Ministerio de Trabajo del pasado 30 de septiembre, dijo que en España residen legalmente 4 millones de inmigrantes, de ellos casi la mitad comunitarios, a los que no se aplica la Ley de Extranjería, y el resto, unos 2,5 millones, considerados nacionales de terceros estados, que no son de la UE y que tienen que pedir permiso, a los que añadió entre 700.000 y 1.000.000 de sin papeles.

Añadió que el 80 % están en edad laboral, el 13 % son menores de 16 años y el 4 % mayores de 65. También apuntó que 263.000 son nacidos en España con papeles y más de la mitad de padres africano, y que unos 225.000 son reagrupaciones familiares.

La asesora del Defensor del Pueblo destacó que 25 años después de la primera Ley de Extranjería se comprueba que vinieron para quedarse como demuestra que un millón tengan su residencia permanente en España, por lo que la inmigración ya no puede considerarse un fenómeno coyuntural.

Asimismo propuso que ya que se quería que llegaran trabajadores el sistema podría ser más flexible y contemplar el regreso de los que han tenido que marcharse, aunque el retorno no ha sido masivo, cuando mejore la situación económica. En ese sentido dijo que Andalucía podría ser un buen campo para llevar a cabo esa experiencia.

Asistió el concejal delegado de Turismo, Bruno García, y numerosos inmigrantes que participaron el coloquio final reclamando apoyo y destacando que también aportan beneficios, además de no quitarle trabajo a nadie.