Cádiz

Pide el traslado de un aparcamiento de motos por miedo a más incendios

  • Alfonso Cantero no puede conciliar el sueño debido al temor que siente a ser víctima de un acto vandálico como los de Carlos Haya o Julio Rico de Sanz

En la calle Sorolla, concretamente en el número 18 y en la casa del bajo B (a escasos noventa centímetros de la vivienda y a la misma altura de dos ventanas de 1,10 centímetros sobre el suelo) se encuentra colocado un aparcamiento de motos que está causando insomnio y miedo al dueño, Alfonso Cantero. Este hombre padece de una enfermedad en los huesos, tiene cáncer en la vejiga y afirma que lleva muchos días sin dormir por culpa del miedo.

"No puedo conciliar el sueño pensando que en cualquier momento pueden prender fuego a las motos y, mientras estoy durmiendo, me queme vivo", afirma este vecino muy exaltado.

Además añadió que un aparcamiento tan próximo a las zonas de vivienda origina un ruido insoportable ya que según Alfonso Cantero "muchas parejas cogen sus motos para salir de marcha y vuelven a las tantas de la madrugada, donde hablan y aparcan sus motos, y todos nos enteramos de lo que pasa".

Este vecino mandó una carta al Ayuntamiento el 7 de Mayo, explicándole el miedo a que sufría por que se produjera un acto vandálico teniendo su hogar tan cerca de este aparcamiento.

"Le he propuesto al Ayuntamiento que coloque esta zona para las motos en esta misma calle.50 metros más adelante en la propia calle Sorolla hay un colegio que tiene una tapia, donde no perjudicaría ".

Incluso añadió que en la Avenida Juan Carlos I, las aceras son de más de diez metros y tampoco molestaría a nadie.

"Mandé una carta contándoles mi problema, y dando otras posibilidades donde colocar este aparcamiento, pero no me contestaron hasta que yo mismo fui y pregunté. Entonces me dijeron que estudiarían mi caso", comentó Alfonso Cantero.

Varios son los precedentes que ha habido en Cádiz de actos vandálicos que han terminado en incendio con un alto riesgo para las personas que vivían en casas cercanas a aparcamientos de coches y ciclomotores.

"En mi casa ocurrió hace menos de seis meses y gracias a que el viento cambió no se produjeron mayores desgracias que dos cuartos calcinados", comenta Ana María, dueña del primero C de la Calle Carlos Haya, en Loreto.

Este incendio solo fue uno más de aquellos que se han producido como consecuencia de que ardieran motos y coches que estaban ubicados próximos a casas habitadas. Otro suceso similar ocurrió en 2007, en la calle Julio Rico de Sanz, donde las llamas alcanzaron varios pisos. El gran número de vehículos estacionados impidieron una rápida maniobra de los bomberos.

"Me levanté de la cama por el ruido y cuando mi marido fue a ver qué ocurría, los cristales se rompieron por el fuego y ya sólo queríamos salir de la casa como fuera. Tuvimos suerte, pues aunque se nos quemó todo el piso, pudimos salir a tiempo", comenta Josefina, del segundo C.

El aparcamiento de motos que provocó este último incendio está ahora situado en la calle perpendicular a Julio Rico de Sanz, ocupando solamente una parte muy pequeña de una fachada, sin riesgo alguno. Además después del incendio se prohibió que se aparcaran coches en esa zona .

Alfonso Cantero escribió otra carta a la Delegación Municipal de Tráfico el mes pasado pidiéndole que no tuviera que ocurrir una desgracia para que hicieran caso de su petición, y por último ha preferido hacer pública su denuncia "para que no pase desapercibida".

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