En las últimas protestas vividas en el astillero de Navantia Puerto Real, muchos integrantes de la plantilla -la mayoría- permanecían en la puerta de la factoría a la espera de acontecimientos, mientras los agentes de la Policía antidisturbios se encaminaban por el puente Carranza hacia abajo. Muchos no paraban de repetir: "Ya no tengo edad para correr".

Más allá de la anécdota, este ejemplo responde a una realidad que preocupa, y mucho, al comité de empresa de Puerto Real, pero que es igualmente extrapolable a las factorías de San Fernando y Cádiz. El representante sindical en el astillero puertorrealeño, Ramón Linares, daba cuenta de las previsiones que, en el plazo de dos años, será una realidad palpable: "En dos años, entre el 30 y el 40% de la plantilla podría irse con una jubilación anticipada, porque ya habrá cumplido los 62 años; y además, la gran mayoría de la plantilla ya tiene cotizados 40 años", aseguraba.

El hecho es que, como detalla Linares, hace muchos años que no se rejuvenece la plantilla de los astilleros gaditanos. Las reconversiones, la crisis y la progresiva reducción de pedidos ha hecho que las mismas personas que hacían barcos hace 10 años sigan hoy a la espera de volver a construirlos, pero con una salvedad: sin mano de obra joven detrás. "Es una pena que esa experiencia que la mayoría tenemos no se aproveche, que no haya jóvenes a nuestro lado a quienes poder enseñar lo que hemos aprendido durante décadas".

Los cálculos del comité apuntan a que a lo largo de 2015 más de 100 trabajadores del astillero de Puerto Real habrá llegado a esa edad de jubilación anticipada. Y más aún lo harán en el año 2016. Por tanto, asegura Linares, "hay preocupación porque no vemos que en la empresa se tenga claro qué hacer en este sentido, y si tenemos que afrontar grandes retos, ya sea en el mercado civil o en el militar, tenemos que tener gente preparada".

Por eso, para el comité, la apuesta de la Junta de Andalucía y los sindicatos por la creación del cluster del sector naval es vital. "Se están preparando cursos de formación tanto para quienes ya tienen experiencia como para aquellos que no, para jóvenes que entran por primera vez en el mundo de la construcción naval. Pero lo que hace falta es que tengan clara una consignación presupuestaria y ponerlos en marcha ya".

Según sus cálculos, para los trabajos necesarios en la construcción de la subestación eléctrica para el proyecto eólico de Iberdrola, se necesitarán entre 300 y 400 operarios de industria auxiliar. Y para el gasero de Gas Natural, harán falta unas 2.000 personas. Para todos, añade Linares, será fundamental que esa formación se haya realizado en tiempo y forma, "para que después no haya que lamentar sorpresas".