Todo a punto para la boda de Claudia Ula, hija de Raquel Revuelta, este fin de semana en Cádiz

Uno de los mayores compromisos de una pareja es cuando deciden casarse, a partir de ahí la vida cambia y todo tiene un cariz diferente. A este compromiso se ha sumado Claudia Ula Revuelta, hija de Raquel Revuelta, que a punto de cumplir los 30 años se va a casar con el amor de su vida: Vicente Benítez y lo hará en la provincia de Cádiz.

Ambos son sevillanos se criaron en el mismo barrio, vivían en la misma calle y fueron juntos al mismo colegio, desde muy pequeños han estado muy unidos, pero no fue hasta la adolescencia cuando decidieron darse una oportunidad como pareja. El paso por facultad hizo mella en los novios que pese a llevar algunos años juntos decidieron poner punto y final a su relación, aunque años más tarde se volvieron a encontrar en el momento más amargo de la vida de la joven.

Claudia Ula vivió uno de los episodios más difíciles de su vida, fallecimiento de su padre, y volvió para estar a su lado Vicente y ha sido desde entonces no se han separado. "Mi padre me trajo de nuevo a Vicente a mi vida", ha afirmado la joven en alguna ocasión. Fue hace un par de años cuando se mudaron juntos a Madrid y empezó la convivencia y este 21 de junio de 2025 sellan su amor pasando por el altar en Zahara de los Atunes.

A pesar del origen sevillano de la pareja, Claudia y Vicente han querido darse el 'sí quiero' en esta localidad de Barbate a la que la hija de Raquel Revuelta le tiene gran cariño desde hace muchos años. Claudia tiene un vínculo muy especial con Zahara de los Atunes porque tiene aquí grandes recuerdos con su padre y además es donde reposan sus cenizas.

El enlace tendrá lugar en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen de Zahara de los Atunes y la celebración en el Trafalgar Polo Club. El buen tiempo reinará en la provincia de Cádiz, por lo que los novios podrán vivir uno de los días más especiales de su vida sin preocupaciones. Claudia Ula llevará un vestido de novia que ha sido diseñado por Victorio & Lucchino y que tras la ceremonia en la iglesia se transformará para que pueda estar más cómoda y disfrutar de su día con tranquilidad.

La boda cuenta con más de 300 invitados y en las invitaciones han dejado claro que no esperan que vayan con ropa calurosa ni con grandes tacones, ya que se celebra cerca del mar. "21 de junio, la playa, amigos... olvídate de la corbata y los tacones asesinos. Queremos que estés cómodo, fresco y con estilazo", incita la invitación repartida por los novios.