Antonio Del Canto, diseñador gaditano: "La luz de Cádiz, el mar y la nostalgia están muy presentes en mi forma de entender la moda"
El creador andaluz compite en la 26ª edición de Mercedes-Benz Fashion Talent con una apuesta inmersiva que une artesanía, innovación y sostenibilidad
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La moda española sigue encontrando en los jóvenes talentos un motor de renovación y riesgo creativo. Entre ellos, destaca Antonio Del Canto, diseñador gaditano que ha logrado situarse como uno de los nueve creadores seleccionados para competir en la 26ª edición de Mercedes-Benz Fashion Talent, la plataforma que ha impulsado las carreras de algunos de los nombres más influyentes de la pasarela nacional. Su trabajo propone un diálogo constante entre tradición y vanguardia, sin renunciar a un compromiso firme con la sostenibilidad.
Con Vertige, la colección que presentará en Madrid, Del Canto invita a un viaje inmersivo por los estados alterados de conciencia: del sonambulismo al delirio, de la penumbra a los destellos dorados de lucidez. Su propuesta se articula en torno a la vulnerabilidad como fuerza estética, desplegando tejidos etéreos, siluetas delicadas y un lenguaje poético que busca conmover tanto como inquietar. Antes de su debut en la pasarela, el creador comparte las claves de un proyecto que aspira a trascender la moda para convertirse en experiencia sensorial y reflexión artística.
Pregunta.Antonio, eres uno de los nueve creadores seleccionados para competir en la 26ª edición de Mercedes-Benz Fashion Talent. ¿Qué significa para ti estar en una pasarela que ha lanzado la carrera de nombres tan importantes de la moda española?
Respuesta.Es un honor enorme y también una gran responsabilidad. Estar en Mercedes-Benz Fashion Talent significa entrar en un espacio donde la moda se entiende no solo como industria, sino como discurso cultural y artístico. Para mí, es la oportunidad de dialogar con un público que valora el riesgo, la experimentación y la honestidad creativa. Sé que muchos diseñadores que admiro han dado aquí sus primeros pasos hacia una trayectoria sólida, y tener ahora la posibilidad de compartir mi visión en este mismo escenario es, al mismo tiempo, un reconocimiento al esfuerzo y un impulso para seguir construyendo mi camino con coherencia y valentía.
P.Tu colección Vertige explora los estados alterados de conciencia, desde el sonambulismo al delirio. ¿Cómo surgió esta inspiración y qué deseas transmitir al público con ella?
R.La inspiración surge de mi fascinación por la mente humana y por esas zonas intermedias en las que no estamos completamente despiertos ni completamente dormidos. Los sueños, las alucinaciones o los episodios de sonambulismo me parecen metáforas poderosas para hablar de la fragilidad mental y de la vulnerabilidad que todos compartimos. Con Vertige quiero invitar al espectador a entrar en un terreno difuso, inquietante pero también bello, donde se enfrentan la luz y la oscuridad. Mi deseo es que el público se reconozca en esa experiencia, que se sienta cuestionado, removido, pero también acompañado en esa exploración.
P. En Vertige hablas de la vulnerabilidad como un lenguaje estético. ¿Cómo se convierte esa fragilidad en una fuerza creativa dentro de tu propuesta?
R.Pienso que vivimos en una sociedad que asocia la fragilidad con debilidad, cuando en realidad puede ser un lugar fértil desde el cual crear. En mi proceso creativo, la vulnerabilidad me permite trabajar con transparencias, con materiales que parecen quebrarse y con siluetas que no buscan imponerse, sino sugerir. Esa estética de lo frágil se convierte en fuerza cuando, al unirse todas esas piezas delicadas, surge una narrativa sólida y coherente. La vulnerabilidad en Vertige es un espejo que devuelve autenticidad, una forma de decir que mostrar las grietas también es una manera de resistir.
P.Las siluetas etéreas, los tejidos translúcidos y la paleta de grises, dorados y violetas evocan el tránsito entre la vigilia y el sueño. ¿Podrías contarnos cómo ha sido el proceso de selección de materiales y colores para plasmar esta atmósfera?
R.El proceso ha sido muy sensorial. Escogí organzas, sedas y tules porque tienen la capacidad de flotar, de moverse casi como humo o como niebla, generando una sensación de irrealidad. La gama cromática fue pensada para construir un viaje: los grises evocan la penumbra, el estado de transición; los violetas están vinculados a lo espiritual, a lo onírico, a lo inquietante; y el dorado aparece como destello de lucidez, como un respiro luminoso en medio del delirio. Quería que al mirar la colección se tuviera la sensación de entrar en un paisaje nocturno donde conviven sombras y chispazos de claridad.
P.Tu firma se caracteriza por fusionar artesanía tradicional e innovación contemporánea. ¿De qué manera se refleja este equilibrio en las piezas que veremos en la pasarela?
R.En Vertige hay un diálogo constante entre lo manual y lo experimental. Por un lado, incluyo bordados y acabados que requieren tiempo y precisión, herederos de la tradición artesanal. Por otro lado, utilizo técnicas de patronaje poco convencionales y exploraciones en volúmenes y cortes que llevan la prenda a un terreno más contemporáneo. Mi interés está en demostrar que lo artesanal no es algo anclado al pasado, sino una herramienta que, combinada con nuevas formas de pensar el diseño, puede generar piezas con un lenguaje híbrido y único.
P.La sostenibilidad es uno de los pilares de tu trabajo. ¿Cómo aplicas los principios del slow fashion en Vertige y qué retos supone mantener este compromiso en un contexto tan competitivo como la moda actual?
R.La sostenibilidad no es un eslogan para mí, sino una práctica diaria. En esta colección, he trabajado con proveedores locales, materiales de origen responsable y procesos que reducen el desperdicio. También pienso mucho en la durabilidad de las prendas: que no sean efímeras, sino piezas que puedan trascender el tiempo. El mayor reto es sostener esta filosofía en un sistema que privilegia la inmediatez y la sobreproducción, pero creo que el futuro de la moda debe ser consciente, y para mí no hay otra forma de trabajar que no sea desde la coherencia ética.
P.Tus colecciones no solo se visten, sino que también buscan generar una experiencia sensorial y emocional. ¿Cómo esperas que el público viva esta propuesta en directo durante el desfile?
R.Espero que el desfile sea una experiencia inmersiva, casi como atravesar un sueño colectivo. Quiero que el público sienta tanto atracción como desconcierto, que perciban la belleza, pero también cierta incomodidad que los confronte con sus propios estados emocionales. La pasarela se convierte así en un ritual donde las prendas son parte de una atmósfera mayor: la música, la luz y el movimiento de los cuerpos crean un universo que no se limita a la moda, sino que apela a la emoción y a la memoria.
P.El certamen Mercedes-Benz Fashion Talent es una plataforma internacional. ¿Qué oportunidades te gustaría explorar a partir de esta visibilidad y hacia dónde te gustaría proyectar tu marca?
R.Me gustaría utilizar esta plataforma para establecer diálogos con la moda internacional, especialmente en ciudades donde se valora la moda como medio de reflexión cultural. Aspiro a que mi marca se proyecte hacia un público que busque piezas con un trasfondo conceptual y una ejecución cuidada. Mi objetivo es crecer, pero siempre desde un lugar honesto y coherente, manteniendo la esencia poética y artesanal que define mi identidad.
P.Cádiz es tu tierra natal. ¿Qué papel juega tu origen andaluz en tu visión estética y en la narrativa de tus colecciones?
R.Mi origen andaluz es una raíz emocional que siempre surge, aunque a veces sea de manera inconsciente. La luz de Cádiz, su relación con el mar, la nostalgia y la fuerza dramática que impregnan la cultura andaluza, están muy presentes en mi forma de entender la moda. Andalucía tiene esa dualidad entre lo festivo y lo melancólico, lo solemne y lo vital, y esa tensión se refleja en mis colecciones. Para mí, diseñar también es una manera de dialogar con mi tierra, de reinterpretar sus símbolos desde una mirada contemporánea y personal.
P.Vertige nace de la exploración de la mente y de los sueños. Si el público pudiera llevarse un único mensaje o sensación de esta colección, ¿cuál te gustaría que fuese?
R.Me gustaría que se llevaran la idea de que en la oscuridad también puede encontrarse belleza, y que el vértigo, aunque da miedo, es una oportunidad para descubrir nuevos territorios de uno mismo. Vertige no pretende dar respuestas, sino abrir preguntas sobre cómo habitamos nuestra propia fragilidad y cómo, desde ahí, podemos construir algo sincero y verdadero.
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