Ángela Fernández, psicóloga: "Estas cuatro prácticas te ayudan a reducir la ansiedad"
La especialista en salud mental aporta cuatro consejos para reconectar con uno mismo
La Ley de la Propiedad Horizontal lo confirma: un vecino puede denunciar a otro por ruido y no respetar el horario de descanso
En un mundo donde todo va demasiado rápido, la ansiedad se ha convertido en una compañera habitual. Entre el trabajo, los estudios, las redes sociales y las preocupaciones cotidianas, cada vez son más las personas que viven con una sensación constante de agobio, cansancio o desconexión.
La psicóloga Ángela Fernández, conocida en redes como @pursuit.psicologia, lo resume así: "La ansiedad es una emoción más. Aparece cuando nuestras emociones y pensamientos se llenan de preocupación o miedo, incluso sin un peligro real". Lejos de ser una debilidad, Fernández la entiende como una señal de alarma que nos invita a parar y cuidarnos.
La experta defiende el valor del autocuidado emocional y mental como una herramienta esencial para mantener el equilibrio. Y asegura que, con pequeños gestos diarios, es posible reducir los niveles de ansiedad y recuperar la calma. Estas son las cuatro prácticas de autocuidado que recomienda.
1. Hacer una sola cosa a la vez
Cuando la ansiedad aparece, la mente entra en "modo alarma" y busca hacerlo todo de golpe. Esa necesidad de control genera más frustración y agotamiento. "Si tratas de abarcarlo todo, la sensación de no llegar aumenta", explica Fernández.
Por eso, aconseja focalizar la atención en una sola tarea, por pequeña que sea. De esta manera, el cerebro recibe el mensaje de que no todo es urgente y que puedes avanzar paso a paso, reduciendo la sensación de agobio.
2. Observar los pensamientos sin creerlos del todo
La psicóloga recuerda que "la mente no siempre dice la verdad". Frases como "no voy a poder" o "va a salir mal" son pensamientos automáticos que, si se toman como hechos, alimentan la ansiedad.
La clave está en poner distancia: "Cuando te dices ‘esto es solo un pensamiento, no una realidad’, empiezas a recuperar tu libertad para elegir cómo responder", explica. Este cambio de enfoque ayuda a romper el ciclo de preocupación y a actuar con mayor calma y conciencia.
3. Escribir lo que sientes
Poner por escrito lo que se piensa y se siente es una herramienta terapéutica muy potente. Fernández recomienda anotar lo que ha pasado, qué has pensado, cómo te has sentido y cómo has reaccionado.
"Al hacerlo, puedes identificar patrones y construir caminos más conscientes hacia el autoconocimiento", apunta. La escritura emocional ayuda a clarificar lo que ocurre por dentro, reduce la rumiación mental y favorece una gestión más sana de las emociones.
4. Cuidar los hábitos básicos
Dormir bien, comer de forma equilibrada, descansar, moverse y desconectar de las pantallas son pilares esenciales. "Nuestro cuerpo es el primer indicador de cómo estamos, y necesita atención y mimo", subraya la psicóloga.
Reconectar con las sensaciones físicas, practicar rutinas de descanso y dedicar tiempo a cuidar el cuerpo refuerza la comunicación mente-cuerpo y ayuda a mantener una base emocional más estable.
Para la psicóloga, el verdadero cambio llega cuando uno empieza a escucharse con atención. "No se trata de eliminar la ansiedad, sino de entender qué quiere decirte", afirma.
En un contexto en el que la productividad y la inmediatez parecen imponerse, los consejos de Fernández son un recordatorio necesario: cuidarse no es un lujo, es una forma de estar bien.
También te puede interesar
Lo último
Regístrate para recibir este boletín quincenal que abundará en una idea de la que se habla poco: tener críos puede ser muy divertido.