Álvaro Bilbao, psicólogo, sobre qué hacer ante malas respuestas de los niños: "Esto es lo que hago"
Los hijos suponen una fuente de alegría, pero también de mucho estrés en ocasiones
¿Por qué es necesario quitarse los zapatos cuando se llega a casa?

La llegada de los hijos implica muchos cambios en la vida de los padres, tanto en sus prioridades como en sus responsabilidades. Los hijos suponen una fuente de amor incondicional, de alegría, pero también de mucho estrés en ocasiones. Los cambios en las rutinas, estilos de vida y la forma de ver la vida de los progenitores suponen un primer choque complicado de afrontar, aunque hayamos tenido nueves meses para concienciarnos y prepararnos para esa transformación.
Pero la angustia de los padres no solo deriva de estos cambios más o menos asumibles, sino por la toma de conciencia de que llega a nuestra vida una 'personita' a la que le afectará todas las decisiones que tomemos a partir de ahora, a la que tendremos que educar y a la que tendremos que trasladar los valores que queramos transmitirles sin contar con ningún 'manual de instrucciones' al que agarrarnos. Únicamente nos servirá de guía las enseñanzas que nuestros padres puedan trasladarnos, bien por sus consejos, bien porque recordemos actitudes que tuvieron cuando los menores éramos nosotros.
En este campo de inseguridades e incertidumbre que puede generar la crianza de un hijo, suelen ser muy bienvenidas las explicaciones que en redes sociales dan psicólogos, pediatras, ... profesionales de reconocido prestigio que nos puedan ofrecer estrategias efectivas para para gestionar situaciones difíciles con nuestro hijos.
Qué hacer cuando nuestro hijo nos responde mal o con un insulto
Una posición complicada como padre suele ser cómo reaccionar cuando nuestro hijo nos contesta mal o con un insulto. Álvaro Bilbao, neuropsicólogo con más de 20 años de experiencia (y lo que también es igual de importante, padre de 3 hijos) y que cuenta con millones de seguidores en su Instagram, explica cómo reaccionar en una situación similar.
Bilbao explica que su reacción es "no hacer absolutamente nada, dejo pasar cinco segundos desde que escucho la mala contestación o el insulto". Y explica las razones para hacer esto:
- Cuando un niño da una mala contestación suele ser porque esperaba hacer una cosa y no se lo estás permitiendo. Ese "cortocircuito" en su sistema de expectativas hace que se sienta frustrado. La mala contestación busca una reacción en ti que le de otra dosis de dopamina, satisfaciendo así su necesidad de controlar en parte la situación. "No dejes que asocie hablar mal a los demás con calmar su frustración", advierte.
- Esos cinco segundo me dan tiempo para desactivar mi respuesta emocional. Y esto es importante porque no quiero hacer daño al niño y porque no le voy a enseñar a ganar autocontrol perdiendo los papeles.
- Ese tiempo me permite recordar que "esto no es partido de tenis": no tengo que responder a todos los comentarios de mis hijos cuando se frustran porque no quieren cepillarse los dientes o hacer una tarea. Mi trabajo es ayudarles a seguir adelante, así que hay veces que es mejor no devolver la pelota.
Álvaro Bilbao, neuropsicólogo, psicoterapeuta y doctor en psicología, es también formador en disciplina positiva y escritor. Ha colaborado con la Organización Mundial de la Salud, la Unión Europea o el Children Center de Nueva York y además "soy padre de tres niños maravillosos".
En sus redes sociales indica que "lleva toda mi vida profesional ayudando a familias; conozco el funcionamiento del cerebro y los estudios que avalan la educación en positivo, pero mi experiencia más valiosa ha sido educar a mis propios hijos". "Al igual que tu me he sentido perdido y frustrado, pero gracias a ellos, decidí aprender a educar de una manera distinta a cómo me educaron a mi".
También te puede interesar
Lo último