Álvaro Bilbao, neuropsicólogo: "Cinco señales para saber si tu hijo está obsesionado con las pantallas"
Descubre cómo identificar si el uso del móvil o la tablet está afectando a tu hijo antes de que sea demasiado tarde
Álvaro Bilbao, neuropsicólogo: “Cinco frases que todo niño necesita escuchar para crecer con seguridad emocional”
El uso de dispositivos electrónicos por parte de los niños se ha multiplicado en los últimos años, y con ello también ha crecido la preocupación de los padres sobre los posibles efectos de las pantallas en el desarrollo infantil. Álvaro Bilbao, neuropsicólogo y autor especializado en educación emocional, señala que no todos los niños que usan móviles, tablets o videoconsolas desarrollan una dependencia, pero hay señales claras que pueden alertar sobre una obsesión que merece atención.
1. Deja de disfrutar lo que antes le encantaba
Si tu hijo abandona actividades que antes disfrutaba, como dibujar, jugar con juguetes, salir al parque o hacer deporte, y prefiere pasar el tiempo frente a una pantalla, es una señal de alerta. Según Bilbao, esta "depreciación emocional" indica que la tecnología está ocupando un lugar central en su vida.
2. Quiere el móvil en cualquier momento
Pedir el móvil o la tablet en momentos inapropiados, como al subir al coche, en casa de familiares o durante las comidas, es un indicador de obsesión. "A prácticamente todos los niños les gustan las pantallas pero no todos se obsesionan”, explica el neuropsicólogo.
3. Problemas para dormir
El uso de pantallas, especialmente por la tarde o noche, afecta directamente el sueño. Los niños que las usan antes de dormir tardan más en conciliar el sueño, se despiertan cansados y tienen peor calidad de descanso, lo que repercute en su energía, concentración y humor durante el día.
4. Reacciones intensas cuando se les quita la pantalla
Es normal que a los niños les cueste desconectar, pero llantos frecuentes, gritos o incluso agresividad pueden indicar dependencia emocional. Bilbao recomienda enseñar a los niños a regular sus emociones, reduciendo así el riesgo de desarrollar una relación patológica con la tecnología.
5. Mayor irritabilidad e inquietud
Muchos niños presentan síntomas de abstinencia cuando no están frente a las pantallas: dificultad para concentrarse, nerviosismo, comportamiento desafiante e irritabilidad. Estos cambios no son capricho, sino un reflejo de la dependencia que han desarrollado hacia el dispositivo.
Cómo actuar y prevenir la obsesión
Bilbao subraya que identificar estas señales a tiempo permite intervenir y fomentar un uso equilibrado de la tecnología. Limitar el tiempo frente a dispositivos, promover actividades físicas y creativas, y acompañar emocionalmente al niño son estrategias clave para reducir riesgos y garantizar un desarrollo saludable.
En definitiva, observar y actuar con empatía es esencial. La tecnología no es enemiga, pero debe ser una herramienta, no un sustituto del desarrollo social y emocional de los niños. Detectar estas cinco señales puede marcar la diferencia entre un uso saludable y una obsesión que afecte su bienestar integral.
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