Toros

La primera corrida de rejones de la Feria de Abril, suspendida

  • Los rejoneadores Pablo Hermoso de Mendoza, Diego Ventura y Leonardo Hernández decidieron no torear ante una amenaza, todavía débil, de lluvia

No llovía como para una suspensión; al menos así sucede cuando los toreros lidian a pie. Pero en este caso, en el primer festejo de rejones anunciado en esta Feria de Abril, con un cartel del lujo, compuesto por Pablo Hermoso de Mendoza, Diego Ventura y Leonardo Hernández, los rejoneadores decidieron de común acuerdo la suspensión para preservar sus caballos. Antes de las seis y media de la tarde, hora oficial del comienzo del espectáculo, caía una lluvia a veces fina y en otros momentos a goterones.

El público, que nuevamente llenaba la Maestranza, aguardaba impaciente la decisión de la terna de rejoneadores. Como suele ocurrir, el personal se enteró por la pizarra de la suspensión, ya que a nadie se le ocurrió que existe un extraordinario y flamante dispositivo de megafonía que no se ha utilizado todavía desde que se instaló hace tres temporadas. Es evidente, que el respetable hubiera agradecido enormemente las indicaciones a través de megafonía.

De la terna, los dos toreros más nuevos, Ventura y Hernández, fueron los primeros en decantarse por la suspensión; aludiendo a que si arreciaba la lluvia, el ruedo podía quedar impracticable, y ellos salían muy perjudicados, ya que toreaban por detrás del maestro Hermoso de Mendoza. Por su parte, al torero navarro no le quedó otra que acatar la opinión de la mayoría.

El presidente, Fernando Fernández-Figueroa, debutante este año en la Feria de Abril se limitó a advertir a la terna que en caso de comenzar había que intentar llegar hasta el final. Los toreros tampoco se anduvieron por las ramas y, al menos, se evitó uno de esos aplazamientos inútiles de esperar a que escampe. Los toreros decidieron pronto y... dijeron no.

Una cuadrilla de operarios, infatigable, trabajó en balde. Y algunos de los espectadores que ocupaban prácticamente en su totalidad los tendidos y andaban expectantes ante esta primera corrida de rejones prevista en el serial abrileño, lanzaron sus almohadillas al ruedo cuando uno de los empleados de la plaza enseñó la consabida pizarra anunciando: "Por decisión de los tres rejoneadores, la corrida SE SUSPENDE".

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