Toros

Galván cae herido en una insufrible 'mansada'

Pasaba ya la corrida de las dos horas y media y agonizaba un festejo plomizo y dilatado por la insufrible y accidentada lidia de una mansada con los hierros de Fuente Ymbro y Daniel Ruiz. Y, cuando el público buscaba ya con la mirada la salida de los tendidos, llegó el sobresalto del percance. Lo provocó el sexto toro, otro rajado y entablerado manso de Fuente Ymbro que empitonó muy seca y certeramente a David Galván, infiriéndole una cornada en el muslo derecho que ya le impidió levantarse de la arena. Entró en turno entonces el mexicano Joselito Adame para sustituir al compañero y finiquitar la corrida con un feo espadazo en los costillares: el deshonroso final que, en puridad, se merecieron la mayoría de los toros de un desastroso saldo ganadero.

Adame tuvo que estoquear así tres de los seis astados de la corrida. Intentó el mexicano darle cierta entidad a la faena de su primero, pero nada de lo que hizo fue tomado en cuenta en el tendido. Sí que pudo fajarse luego con el cuarto, un sobrero grandón y manso de Fuente Ymbro. Adame le robó algunos pases, con la muleta muy alta, intentando encontrar un mínimo de codicia donde sólo había mansedumbre. El toro se vino luego abajo.

Antonio Nazaré también tuvo que lidiar dos de Fuente Ymbro. El primer sobrero fue otro manso acobardado al que el diestro sevillano acosó hasta arrancarle casi a pulso las dos únicas series de muletazos estimables de la tarde. Sólo eso pudo sacar en claro Nazaré, que no tuvo opciones con un quinto afligido.

La única ovación de la corrida se la llevó también David Galván, por su perseverancia en su primero. Al joven torero de San Fernando, por contra, la cruz de la sangre derramada le esperaba en el sexto.

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