El matador de toros Andrés Roca Rey indultó un toro tras una faena extraordinaria en la plaza de toros de Manizales (Colombia), en la segunda de la Feria del Café. Con casi lleno en la plaza, se lidió una corrida de Santa Bárbara, muy seria y bien presentada. El sexto toro, Incógnito, número 779, fue indultado. El rejoneador Willy Rodríguez, petición con saludos y palmas. Cristóbal Pardo, oreja y un aviso. Andrés Roca Rey, saludos tras ovación y dos orejas simbólicas.

Al finalizar la corrida, doce mil gargantas corearon al unísono: "¡Torero…torero…torero!", mientras era paseado en hombros por el redondel Andrés Roca Rey, el nuevo fenómeno de la torería americana, camino a consagrarse este 2016 en España y encasillarse muy pronto en el escalafón de las figuras.

Lo ejecutado al sexto toro, de nombre Incógnito, precioso ejemplar de Santa Bárbara marcado con el número 779, merecedor del indulto por petición general, fue todo un tratado de bien torear y auténtica demostración de valentía torera. Estuvo desde el inicio variadísimo con el capote. El aplomo y la frialdad de mente a esa edad son patrimonio escaso en la cantera, y por eso es triunfador. No falló en los cálculos y le alcanzó la lucidez para conseguir las orejas. Inapelables toro y torero. Indulto de clamor. Pletórica la afición y la puerta abierta de par en par.

Pardo saldó su actuación con una oreja, aunque tuvo en sus manos la Puerta Grande. Y el rejoneador Willy Rodríguez, ovacionado, cumplió.