Esta universitaria jerezana formaba parte de la representación andaluza en la Ruta BBVA 2015, que acaba de culminar en su regreso a España tras más de un mes tras las huellas de Santa Teresa y el Camino de Santiago, en nuestro país; y el rastro de García Márquez, El Dorado y las esmeraldas en el corazón de Colombia.

-¿Cuál es su impresión tras una experiencia tan apasionante?

-No podía imaginarme que se podía alcanzar este grado de convivencia y confianza entre tantos jóvenes de países tan distintos y en tan poco tiempo. Esta relación personal y aprendizaje vital no tienen nada que ver con ninguna otra experiencia.

-¿Qué le ha llamado la atención y que en principio no se esperaba?

-No me esperaba los paisajes de Colombia, tantos contrastes, la diversidad medioambiental, los cambios entre regiones, y la identificación que existe allí con España.

-Cuando el sufrimiento también forma parte de una vivencia satisfactoria ¿cuál ha sido su momento principal en esta Ruta BBVA?

-Me quedo con la expedición por el parque de Tayrona, en la costa colombiana. Fue una caminata durísima, pero fue emocionante alcanzar un paraje tan maravilloso.

-¿Qué trabajo presentó para convertirse en 'rutera'?

-Presenté un trabajo sobre el realismo mágico de García Márquez, con el testimonio de una médico.

-¿Qué impresión se queda de su paso por Colombia?

-Los pueblos. Preciosos, y son tan parecidos a los andaluces que Villa de Leyva o Barichara podrían estar ubicados en cualquiera de nuestras sierras, por ejemplo.

-¿Por qué los jóvenes deberían intentar acudir a la Ruta BBVA?

-Por la educación en valores, por la responsabilidad que asumes y tantos conocimientos y experiencias que atesoras en unos días. Es algo distinto a todo.