Julio Somoano fue jefe de informativos de TVE mientras gobernó la derecha. Con el cambio (sucede siempre), muchos de los que estaban situados en cargos visibles fueron resituados en otros muchos más discretos, pasando una buena parte de nombres al Canal 24 Horas. Fue el caso de Somoano, que ahora cumple diez años desde que se hizo cargo de Conversatorios en Casa América, que en el castellano de Valladolid habría sido tan sencillo de traducir como ‘conversaciones’.

Desde luego que a la postre ha resultado ser un regalo de consolación exquisito esto de recalar en un salón de Casa América, en plena plaza de Cibeles, y tener la oportunidad de charlar con personalidades variopintas de nuestra cultura. Lo que se dice un exilio dorado, si es que en algún momento así se planteó. Porque de un plumazo Somoano se quitó todas las presiones de los partidos políticos que querían aparecer en las ediciones de los Telediarios, y de repente se vio en un paraíso en el que muchos quisiéramos instalarnos, al margen del ruido y la preocupante realidad que nos asuela.

En los 440 conversatorios o conversaciones emitidos hasta la fecha Julio Somoano ha tenido ocasión de departir sin prisas con Mario Vargas Llosa, Isabel Allende, Javier Cercas, Jorge Edwards, Leonardo Padura y Gioconda Belli; actores como Ricardo Darín, Javier Cámara, Juan Diego y María Botto, Héctor y Ernesto Alterio, José Luis Garci y Juan José Campanella; filósofos como Fernando Savater, Adela Cortina, José Antonio Marina, o cantantes como Raphael y Luz Casal, y filósofos, pintores y creadores de todas las artes.

Cuando han acudido invitados procedentes de América, en principio menos conocidos, la tertulia enseguida ha empatizado con el espectador. Porque programas dominados por el sosiego van quedando pocos y se agradecen. Vaya si se agradecen. Esta es la otra televisión, que afortunadamente también existe.