Dos cómicos brasileños del programa Pánico na Tv tenían que superar una prueba: colarse sin permiso en el funeral de Amy Winehouse, algo que consiguieron pese al fuerte despliegue de seguridad. Daniel Zukerman y André Machado se hicieron pasar por dos amigos de la cantante, fingiendo estar muy afectados, con lo que lograron convertir un momento como este en puro morbo televisivo. Los dos son archiconocidos en Brasil por haber hecho ya varias bromas de mal gusto. Machado es el editor del show, y aunque no siempre acude a los sitios, esta vez decidió acompañar a su colega. Zukerman interpreta en el programa a un personaje llamado El impostor, cuya misión es colarse en eventos de difícil acceso. No es el primer entierro en el que se cuela, también consiguió entrar en el de Michael Jackson.

Programas como este, en los que es habitual tratar con excesiva ironía a personas o hechos para conseguir la notoriedad, son ya un clásico en las televisiones de todo el mundo, en especial en Sudamérica. Uno de los países donde más ha arraigado este estilo es Argentina, con programas de cámara oculta como Videomatch o el satírico Caiga Quien Caiga, padre de las versiones españolas.

Fue en los sesenta cuando llegaron a España los programas de cámara oculta como Objetivo indiscreto, bromas a anónimos que ya se hacía en Estados Unidos. Ya a principios de los 90, en las autonómicas, Inocente, inocente puso en el objetivo a los famosos. Y en el late night de Pepe Navarro Esta noche cruzamos el Mississippi fue cuando la broma se trocó casi en sabotaje, como la irrupción en ruedas de prensa del Rambo de Santiago Urrialde o el Krispín Klander de Flo. El Caiga Quien Caiga español estuvo caracterizado por poner en aprietos a políticos y famosos en general que fueron derivando con las ediciones en bromas demasiado pesadas, llegando a provocar monumentales enfados. Los montajes de noticias falsas más recientes corren a cargo Salvados y Sé lo que hicisteis... Jordi Evolé, el Follonero, la ha formado en muchas ocasiones a través de impostores. Una de las historias más sonadas fue la de la lotería de Navidad de hace dos años. Una mujer consiguió colarse en todas las noticias mostrando su décimo premiado destrozado por haberlo metido en la lavadora. La señora que consiguió quitar protagonismo a los verdaderos afortunados era una actriz. En el desaparecido programa de Patricia Conde, también vivió de bromas para pillar a la competencia del género del corazón, además de los sardónicos comentarios sobre los contenidos del resto de cadenas, hasta que se fue cortando el grifo de las imágenes. También en la radio las bromas lanzadas por Abellán en la COPE dieron más de un disgusto.

La línea entre la broma y la provocación de mal gusto es muy delgada.