La cifra oficial de fallecidos por el terremoto del pasado 12 de mayo ascendió a 69.134 personas según el recuento del Consejo de Estado actualizado ayer, mientras las autoridades siguen mirando con preocupación el drenaje, de momento controlado, del lago Tangjiashan, formado tras el seísmo.
Desplazado especialmente a la provincia de Sichuan, el Ministro chino de Recursos Hídricos, Chen Lei, explicó ayer que el estanque "sigue siendo peligroso" ya que las lluvias persisten y el caudal no mengua, lo que supone "un reto para un lago que ya rebosa". Chen añadió que las réplicas del temblor, los corrimientos de tierras y los escapes de agua son otras amenazas a las que se enfrenta la zona.
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