Cofradías de Cádiz

El primer paso pos-Covid

  • Ya hay hermandades que han solicitado poder salir con sus imágenes en septiembre

  • A la vuelta del verano quiere arrancar el Consejo las reuniones con las hermandades para organizar una supuesta Semana Santa

Varias personas se detienen en la puerta de la iglesia de La Palma el pasado Lunes Santo

Varias personas se detienen en la puerta de la iglesia de La Palma el pasado Lunes Santo / Jesús Marín

¿Cuándo volveremos a ver un paso en la calle? ¿Cuándo recuperarán las cofradías sus cultos externos, suspendidos de un portazo desde el pasado mes de marzo, en plena Cuaresma, y que estos días ha vivido su enésimo anuncio de la mano de la Virgen del Amor Hermoso de Cigarreras? El calendario sigue venciendo páginas, la vida va recuperando esa normalidad extraña de límites, distancias y mascarillas, pero las cofradías siguen encerradas entre las cuatro paredes de sus iglesias. Y lo peor de todo, es que la incertidumbre es grande respecto al horizonte de esta situación.

Dos realidades bien distintas se dan la mano estas últimas semanas en la ciudad. De un lado, la cara optimista que representan algunas hermandades que ya han solicitado formalmente autorización para sacar a sus imágenes marianas en rosario de la aurora y que están a la espera de respuesta para anunciar la decisión respecto a estos cultos de septiembre.

En este punto, conviene recordar que la aprobación de la salida de imágenes está supeditada a los ayuntamientos, ya que el Gobierno estatal -que ya prohibió cualquier tipo de culto en la vía pública durante el estado de alarma- lanzó la pelota al tejado de las comunidades; y la Junta, a su vez, dejó la encomienda a los ayuntamientos. Así las cosas, los técnicos de Protección Civil (esos que supuestamente dijeron que el traslado de la Corporación bajo mazas del Ayuntamiento a la Catedral en Corpus debía suprimirse para evitar, a las nueve de la mañana de un domingo, una gran concentración de público en la calle Pelota) están estudiando ahora la petición de al menos dos cofradías respecto a los rosarios de la aurora.

La duda es doble: tanto por las personas que acompañarán a las imágenes en ese culto externo, teniendo en cuenta que los rosarios no requieren de grandes pasos procesionales sino de pequeñas parihuelas que pueden incluso reducir su tamaño ante estas circunstancias, como por el público que puede congregar un rosario de la aurora después de cinco meses sin un paso en las calles, teniendo en cuenta las tempranas horas de su desarrollo. Una auténtica diatriba, por tanto, que a priori se resolverá en días y que podría provocar que dentro de un mes vea Cádiz de nuevo un paso en la calle. Aunque sea una parihuela. Y aunque sea a primerísima hora de la mañana.

Hasta aquí el optimismo respecto a la realidad actual. Al otro lado, está la visión más pesimista que cada vez cree menos probable que en 2021 pueda celebrarse la Semana Santa que conocimos hasta 2019. “El descubrimiento de la vacuna será lo que nos devuelva la Semana Santa”, dicen los que prácticamente han tirado ya la toalla de cara al próximo año.

Cómo garantizar que no haya contagios dentro de un paso, donde actualmente lo habitual es gestionar dos cuadrillas distintas de cargadores que se van intercambiando durante la procesión, cómo mantener la distancia de seguridad en la organización de los cortejos, especialmente en aquellas iglesias cuyo espacio ya obliga a estar codo con codo, qué hacer con una carrera oficial que podría reducirse dos tercios si se quieren mantener las distancias hoy vigentes entre silla y silla; y lo peor de todo, cómo asegurar que el público que acude a ver una procesión cumple con las medidas de seguridad, va a guardar la distancia con sus semejantes o va a tomarse la temperatura antes de salir de casa.

En medio de estas dos corrientes, la de los optimistas y la de todo lo contrario, se mueve el Consejo de Hermandades, que a la vuelta del verano quiere empezar a poner en marcha los primeros cimientos de la organización de la Semana Santa de 2021. Para septiembre se quiere iniciar con cierta normalidad las reuniones con las hermandades de cada jornada, en las que no habrá que analizar ni debatir sobre los horarios y recorridos de la pasada Semana Santa, que no hubo, y que servirá para confirmar que lo prefijado para este año se repetirá el próximo, con las lógicas excepciones (como por ejemplo, el previsible regreso de Expiración a la Castrense que hará que ya no tenga que procesionar desde Santa María).

En ese mes también quiere el Consejo anunciar el triángulo de protagonistas de la Cuaresma: quién hará el cartel, qué imagen irá a la Catedral a presidir el vía crucis -en caso de que se pueda- y quién pregonará la Semana Santa, que ya se sabe que será Andrés García Requejo ante la suspensión del pregón el último domingo del pasado mes de marzo.

Y de manera paralela, el presidente del Consejo viene manteniendo contactos y reuniones con el resto de presidentes de Andalucía para intentar eso que falló este 2020: una postura común del mundo cofradiero de toda la región, para adoptar una decisión respecto al incierto futuro que sea unánime y que se adopte y anuncie al mismo tiempo. Para ello, quieren mantener reuniones con responsables sanitarios y de la comunidad autónoma con objeto de analizar cuál es la situación a día de hoy y, sobre todo, cuál será la situación previsible a día 28 de marzo de 2021, Domingo de Ramos.

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