Diario Cofrade

El parque móvil de la Pasión gaditana

  • Las cofradías están haciendo una profunda renovación de sus pasos de misterio

  • Sólo queda un paso del siglo XIX y hay actualmente once en proceso de ejecución

Son retablos concebidos para pasear las devociones por las calles, los altares sobre los que se representan las diferentes escenas para transmitir la Pasión al público que está en las aceras. Los pasos procesionales, en este caso los de misterio, son ejecutados para cumplir una función muy concreta: servir un día al año -salvo extraordinarias- para que la imagen titular de una hermandad salga a la calle.

En la Semana Santa de Cádiz se viene dando un hecho un tanto curioso en estos últimos años: muchas son las cofradías que han finalizado o están inmersas en proyectos de ejecución de nuevos pasos de misterio. Aunque la realización de estas andas que sirven de soporte a la Pasión gaditana se va produciendo de manera periódica, en función de la cofradía, quizás sí se pueda establecer cierta revolución en este campo a finales de la década de los 80; después de que el Perdón estrenara su portentoso paso de misterio, el Nazareno cambiaba también de paso y ya Vera-Cruz trabajaba en el suyo, que estrenaría en la Semana Santa de 1993. Desde ahí se contabilizan hasta una docena de nuevos pasos que se han ido estrenando hasta la actualidad.

Esta renovación del parque móvil de la Pasión deja otro dato a tener en cuenta: a pesar de los siglos de historia que atesoran a la Semana Santa y a diversas hermandades de la ciudad, apenas hay pasos procesionales que sean testigos de esa historia. Curiosamente, sólo hay un ejemplo de proyecto realizado y estrenado en el siglo XIX: la urna del Cristo yacente (de 1865). Y un poco más avanzado en el tiempo, sólo habría tres exponentes de la primera mitad del siglo XX: Afligidos (1939, convirtiéndose así en el paso de madera tallada más antiguo de la Semana Santa de Cádiz), Caminito (1945) y Resucitado (justo en 1950 se estrenó el canasto de los talleres de Angulo). A partir de ahí, todo se desarrolla en la última mitad del siglo XX y en lo que lleva ya contabilizado el XXI. Además, un último dato que habla por sí solo de esta renovación del parque móvil de los misterios gaditanos es que hasta once pasos están actualmente en proceso de ejecución (Despojado, Cena, Penas, Palma, Prendimiento, Caído, Columna, Ecce-Homo, El Huerto, Nazareno y Siete Palabras).

Varias pueden ser las causas que expliquen esta circunstancia. El historiador del Arte Lorenzo Alonso de la Sierra plantea en primer lugar que el paso procesional "es un mueble, y como tal tiene mucho trajín", al salir a la calle en procesión, ser luego trasladado al almacén, el proceso de montaje, el desmontaje de piezas del paso durante el año... "Históricamente todo esto no se cuidaba como se hace hoy, no había ningún tipo de garantías y los pasos se desgastaban mucho", comenta Alonso de la Sierra, pudiendo ser ese desgaste de las andas lo que haya ido motivando su sustitución por otras nuevas.

Muy vinculado a esta primera causa estaría la de la preocupación -o todo lo contrario- por la restauración que había décadas atrás. "Ahora se tiene más conciencia del patrimonio artístico, pese a que aún hay mucho desconocimiento en lo referente a la limpieza de los pasos", valora en este punto el restaurador Fabián Pérez Pacheco, que en los últimos años ha intervenido los pasos de Afligidos y Humildad y que justo tras la Semana Santa tiene previsto hacer lo mismo con el de Las Aguas. "No se tenía conciencia patrimonial. Ahora todo eso se cuida más", considera también Lorenzo Alonso de la Sierra.

Fabián Pérez es firme partidario de la restauración, lógicamente, entendiendo que una obra restaurada "tiene un halo de importancia y realce, la dignifica, la naturaliza". "La Semana Santa además del discurso religioso tiene un factor importante de tradición; es bonito pensar que lo que sale hoy es lo mismo que salía generaciones atrás. Yo esto lo veo hasta moralizante en medio de tanto consumismo como el que nos invade hoy", explica este restaurador que lidera la firma Ars Nova.

Otro factor que ha podido influir en esa escasa historia que atesoran los pasos de misterio son las modas. Sí, los nuevos gustos que se imponen también en el mundo de las cofradías y que en el terreno que nos ocupa se puede situar a partir de la Guerra Civil, "cuando se impone la moda sevillana y el afán de hacer pasos grandes", comenta Alonso de la Sierra, recordando que en Cádiz lo propio hasta entonces eran los pasos de pequeñas proporciones que, eso sí, apenas permitían añadir imágenes secundarias para explicar mejor la escena pasionista que se representa. "Antes había culto externo sólo a las imágenes titulares, pasos sólo con canastilla. Afligidos sería el punto de inflexión en todo esto, fue el primer paso sevillano que se hizo para la Semana Santa de Cádiz; tanto es así, que el paso llegó con trabajaderas incluso", comenta Fabián Pérez Pacheco.

Otro factor que podría haber influido en esta realidad son las diversas épocas y vicisitudes que han vivido las hermandades a lo largo de su historia, y que ha obligado en ocasiones a desprenderse de obras de artes (entre ellas sus pasos) o en otras se ha optado por sustituirla por una nueva. Esta circunstancia ha dado lugar a que "se hayan perdido grandes joyas" que procesionaban por las calles de la ciudad. Y el ejemplo último lo pone Lorenzo Alonso de la Sierra "con el paso de Columna que yo creo que antes fue del Nazareno" y sobre el que también salió algunos años en vía crucis el Silencio actualmente en Córdoba. "Yo creo que esa es la peor pérdida que ha tenido Cádiz, o al menos la más reciente y la que más nos duele", valora Alonso de la Sierra, lamentando el valor histórico y patrimonial que ha atesorado hoy ese canasto rocalla que se marchó a Córdoba en los 90 junto al Señor del Silencio y que actualmente procesiona en Lucena.

¿Pierde valor entonces una Semana Santa que procesiona sobre pasos carentes por lo general del peso de la historia? Lorenzo Alonso de la Sierra no cree en absoluto que esto ocurra con Cádiz. "La Semana Santa tiene un plantel de pasos espléndido; todos los tallistas reconocidos de los últimos tiempos están presentes en Cádiz con obras muy destacadas. Y al mismo tiempo se está dignificando mucho esto; ya no se ve nada descuidado o impropio procesionando por las calles, como sí ocurría décadas atrás. Yo creo que estamos bastante de enhorabuena en este sentido", valora el historiador gaditano Lorenzo Alonso de la Sierra, que además destaca el buen trabajo y diseño que en algunos casos se está haciendo a la hora de realizar nuevos pasos. "Ahí está Columna, que vuelve a un estilo clásico de paso dorado de madera huyendo de la orfebrería, que fue una moda en los pasos de misterio; o Vera-Cruz, que en su nuevo paso asume a la perfección su pasado en el dibujo y las formas, algo que esperemos ocurra también con el Nazareno y el nuevo paso que se está realizando", comenta quien es partícipe del proyecto que ha puesto en marcha la cofradía de Santa María y que está basado en buena medida en los elementos arquitectónicos del templo de las concepcionistas y de lo que era propio de la ciudad a finales del XIX.

"Todas las hermandades quisieran sacar a la calle pasos antiguos, pero la juventud se cura con el tiempo; por eso a mí me gusta tanto restaurar y conservar. Creo que el patrimonio envejecido engrandece la Semana Santa", valora al respecto Fabián Pérez, que sí señala en referencia a esto de las restauraciones su desacuerdo con los procesos de aplicación de nuevo dorado o pasado de los bordados que realizan algunas hermandades. "Yo creo que se equivocan", asevera, apostando por un proceso que conserve el dorado o el bordado original (o el existente) en lugar de su sustitución por uno nuevo.

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