El final de un túnel y, al mismo tiempo, el inicio de un camino que se atisba cargado de curvas. La hermandad del Huerto celebra hoy un cabildo que se antoja fundamental para su futuro próximo. Será la tercera cita de relevancia para los hermanos en estos últimos meses, después de una primera reunión convocada por la delegación diocesana en septiembre y del cabildo extraordinario que se celebró en diciembre.

Este viernes están llamados los hermanos de la cofradía del Jueves Santo a las urnas, en un cabildo de elecciones que dista mucho de los habituales; en esta ocasión, no se trata de renovar o suceder a una junta de gobierno, sino que se busca recuperar el autogobierno por parte de los hermanos después de un año y ocho meses con la hermandad intervenida por la autoridad diocesana, lo que ha impedido que la cofradía procesione en las dos últimas Semanas Santas (la del pasado año y la que está por venir en apenas diez días).

Esta posibilidad de que el Huerto vuelva a tener junta de gobierno 20 meses después se une a la que debe ser la primera tarea en la que se ponga la candidatura que resulte hoy elegida: buscar una nueva sede canónica, cumpliendo así lo que los hermanos decidieron en el cabildo del pasado diciembre. Y es que, conviene recordar, la situación que atraviesa la hermandad sin gobierno propio, sin procesionar por las calles de la ciudad y sin celebrar ningún tipo de culto desde hace casi dos años se debe a un enfrentamiento con los responsables de la parroquia de San Severiano, que han ido chocando con las últimas juntas de gobierno que han pasado por la hermandad, hasta su definitiva intervención que también ha resultado infructuosa después de tantos meses.

Por tanto, se enfrenta este viernes la hermandad a la posibilidad de recuperar la normalidad en su timón para afrontar la dura travesía que se presenta por delante. No será fácil encontrar una sede canónica que se amolde a las necesidades de la cofradía del Jueves Santo (día de Oficios), a lo que se une la búsqueda en paralelo de una nueva sede social donde la hermandad pueda disponer de su patrimonio, empezando por los pasos procesionales y todos los enseres y túnicas, y donde pueda desarrollar también la atención a sus hermanos.

Para afrontar este difícil reto de devolver la normalidad al Huerto no han conseguido los hermanos una unión absoluta, siendo dos opciones las que concurren al cabildo de este viernes. Dos listas de diez cofrades cada una en las que Ignacio Robles y Sara Asencio se disputarán la vara dorada de la cofradía.

Robles opta así a una segunda elección, ya que fue hermano mayor en la etapa comprendida entre 2017 y 2021, en cuya convocatoria de elecciones terminaría retirándose ante las reticencias de los sacerdotes de San Severiano con varios miembros de su lista. En esta ocasión, concurre al cabildo con Manuel Bascuas Rosales, María Isabel López Díaz, Lucía Navarro Llamas, Raúl Orellana Patrón, Juan Pino Molina, Rosa María Reyna Cabrera, Fernando Reyna Zamorano, Jesús María Rodríguez Camacho y Daniel Rodríguez Sánchez.

En el otro lado, se presenta a la elección como hermana mayor Sara Rey Asencio, que ha conformado una lista formada por Irene Amaya Solís, Irina Carpintero Sabino, Pablo Fontenla Prián, Francisco Javier Fuentes Martínez, Daniel Lubián Díaz, Natalia Mejía García, Margarita Mejías García, Javier Quintana Vázquez y Enrique Rodríguez Pérez.

La sede del Consejo de Hermandades en la calle Cobos abrirá sus puertas de cinco de la tarde a nueve de la noche para que los hermanos convocados a estas trascendentales elecciones ejerzan su voto, del que saldrá (si se cumplen todos los requisitos de una convocatoria electoral respecto a quorum y mayorías) la junta de gobierno que tendrá que recomponer una hermandad seriamente dañada tras estos casi dos años de absoluta inacción.