Nada ha variado en el discurso del Consejo de Hermandades. La ventana abierta que el Vaticano dejó a la celebración de procesiones de Semana Santa en otra fecha cualquiera del año, en base a la situación tan anómala provocada por la epidemia del coronavirus, sigue sin tocarse en la ciudad. Tal y como ya dijo cuando la Congregación para el Culto Divino emitió su decreto, el presidente del Consejo insiste en que no toca hablar de procesiones extraordinarias.

En medio de la situación de incertidumbre, y después de haber afrontado una Cuaresma y Semana Santa difíciles en las que el Consejo ha liderado iniciativas tanto solidarias (la recogida de ropa para las personas atendidas en Elcano, por ejemplo) como de comunicación (la emisión de reportajes especiales de todas las hermandades con mensajes de sus hermanos mayores y directores espirituales), Juan Carlos Jurado asegura que aún no ha hablado de tal posibilidad con su permanente o con los hermanos mayores.

“Pienso que no es momento de hablarlo. Cuando pase todo esto, ya habrá tiempo para ver cómo se puede celebrar. Si es que tenemos algo que celebrar”, indica el presidente, que además señala que el Obispado se mantiene en esta misma sintonía de atender primero lo que la epidemia requiere y lo que la posterior crisis laboral, económica y social demandará de las hermandades y de la propia Iglesia, antes de pensar en este tipo de salidas que tendrían un carácter extraordinario.