La calle Marconi se llena de capas rojas y las marchas de la agrupación musical San Juan, de Jerez, empiezan a sonar cuando Pilatos ni siquiera ha asomado todavía a la plazoleta para anunciar a los pastoreños que su Semana Santa 'chica' –la que forman las hermandades de Ecce Homo, Huerto y Misericordia– ha comenzado. Y lo ha hecho, además, a lo grande, con todos los honores y con todas las ganas del mundo. 

Eso de la particular Semana Santa del barrio de la Pastora, de ese sello propio que imprime el barrio, es como tener denominación de origen. Todo lo que viene de allí tiene que ser bueno seguro. 

Desde la primera levantá dentro de la iglesia anda tocando la banda del Cristo con ganas ante un publico que espera expectante afuera. Es todo un presagio de la gloria que aguarda a la hermandad del Ecce Homo en la tarde-noche de un nuevo Lunes Santo. La salida fue grandiosa y de lo más cofrade. Y se llevó al público de calle en menos de una trepá.

La cuadrilla de la asociación Jóvenes Cargadores Cofrades (JCC) que se encarga de portar el misterio del Romano demostró con ganas lo que sabe hacer debajo del paso y no tardaron en escucharse los aplausos. Ecce Homo sabe bien como hacerlo. El misterio es de los que gusta en La Isla.Y, sobre todo, gusta verlo en acción, con la banda tocando y la cuadrilla trabajando por derecho. 

La cofradía, además, acaba de poner el punto final al 50 aniversario de la bendición del Cristo del Ecce Homo, la talla de Lastrucci –la impronta del imaginero está bien presente en el Lunes isleño– que remodelara Alfonso Berraquero en los 80. 

La hermandad se puso en marcha a la su hora de siempre, a las siete de la tarde, para encaminarse al centro de La Isla y a la Carrera Oficial por las curvas de Capitanía, que es también otro pasaje típico del Ecce Homo isleño y su Lunes Santo, que completa el paso de palio de la Virgen de la Salud acompañada de San Juan. Fue la última en pasar, detrás de Afligidos. Y cerró la tarde a los sones de la banda de música Maestro Dueñas, de El Puerto.