El recuerdo a Juan Pidre está siempre presente en todo el que se acerca a Santo Domingo. Estos días de culto a la Patrona, de hecho, se hace raro no ver al que fuera tantos años capataz merodear por el claustro dominico o estar pendiente a todo lo que rodea a estos intensos días previos al 7 de octubre. Y en la procesión de la Virgen, su figura estará presente dentro del paso, donde hace unos días se colocó una placa en su memoria, y fuera de él, donde recibirá un homenaje sonoro por parte de la banda de Maestro Dueñas, que se ha convertido en la banda de la Virgen del Rosario y que, en buena medida, era también la banda de Juan Pidre.

Los músicos portuenses que dirige Javier Alonso estrenarán el sábado la marcha Eterno capataz, dedicada a este cofrade gaditano que falleció el pasado mes de mayo. Una composición no solo escrita a la memoria de Pidre, sino inspirada en el propio Pidre y en esos últimos instantes de su vida, cuando luchaba contra la enfermedad que terminaría ganando la batalla.

Juan Bustillos Cordero es el autor de la marcha; un músico de Trebujena que hasta 2018 formó parte de las filas de la banda de Palomares y que, en cierta ocasión, conoció a Pidre. “Para él la figura de Juan Pidre no solo era un referente en el mundo cofrade, sino como persona, porque era un ejemplo de caballerosidad, de saber estar y de simpatía”, afirma el director de Maestro Dueñas, que recuerda cómo Bustillos deja la música en activo en 2018 “y desde ese momento Juan Pidre le insistía que tenía que volver a verlo tocar con una banda y eran constantes las visitas a su antigua banda para comprobar si había vuelto o no”.

Con estos antecedentes, cuando el músico trebujenero supo de la enfermedad del capataz empezó a componer la marcha, que fue tomando forma en paralelo al proceso que atravesó Pidre, hasta el punto de que “el día que Juan nos deja sólo quedaban los últimos compases por darle forma a la marcha”. Y en esos compases introduce el músico unas campanas “en representación de una partida que no queríamos que se produjese”.

No es este guiño el único detalle de la marcha que a nivel musical conecta directamente con Juan Pidre. Así, cuenta Javier Alonso que en la composición “los saxofones adquieren protagonismo al ser Juan Bustillos saxofonista”, habiendo también un homenaje al capataz “en la parte central de la marcha”.

“La marcha nos va introduciendo un dolor hasta que llega el momento de las campanas, que hace cambiar el carácter de la marcha para introducir una parte final que se torna dulce y más alegre en forma de agradecimiento por habernos permitido conocerlo”, resume el director de Maestro Dueñas, que plasma así cómo la composición Eterno Capataz, que sonará el sábado por primera vez, va mucho más allá de una marcha dedicada; es todo un homenaje sonoro a la recordada pérdida de Juan Pidre Alonso.