La Octava eucarística

La Tribuna Cofrade

Cádiz tiene un buen Corpus, pero sigue necesitando más impulso, apoyo y coordinación

La Cena tuvo problemas para montar su altar y llegó a plantearse no sacar a su titular

Altar de los cultos eucarísticos que ha celebrado el Prendimiento esta semana.
Altar de los cultos eucarísticos que ha celebrado el Prendimiento esta semana.

Pasó el domingo de la nostalgia, el Corpus que posiblemente nunca llegará a ser lo que fue en Cádiz; la fiesta que ha perdido el olor a romero en las calles y la categoría de los exornos en San Juan de Dios, la que recuperó los escaparates pero quedó huérfana de colgaduras en los balcones, la de la añoranza de las escoltas, piquetes y unidades militares acompañando a la Custodia, la que espera volver a ver al San Servando y San Germán de La Roldana (que son los que deberían salir), la de los altares ‘piratas’ que enmascaran pseudoprocesiones, la de la verdad de quien se echa a la calle a esas horas y con esas temperaturas para contemplar a Dios rodeado de la plata de mayor altura de España.

Pasó el Corpus, pero nos ha quedado la Octava, más reforzada que nunca en este Año de la Eucaristía. La semana de los cultos eucarísticos menores, que podría llamarse, esos que organizan parroquias y hermandades; la de las procesiones de la Esclavitud o la que de forma extraordinaria recorrerá esta mañana las calles del Pópulo y Santa María; la de la Custodia de Ana de Viya recorriendo el interior de la Catedral.

En Cádiz la Octava de Corpus ha tenido también mucha fuerza a lo largo de la historia, y la sigue reflejando a día de hoy. Valga este fin de semana de ejemplo.

El Corpus

Imágenes de la celebración del Corpus en Cádiz
Imágenes de la celebración del Corpus en Cádiz / Jesús Marín

En líneas generales, se puede decir que la ciudad vivió una buena celebración el domingo pasado, con una Catedral llena de fieles y con unas calles que mostraron el ambiente acostumbrado para presenciar la procesión. Pero eso no debe hacer bajar la guardia en ese empeño que parece haberse relajado de recuperar la grandeza de otros tiempos. En la semana previa faltó coordinación en la organización de cultos y actos, una comunicación eficaz de la programación (que en ningún momento se ha presentado ni anunciado por parte del Cabildo, el Ayuntamiento y/o el Consejo de Hermandades) y quizás una vuelta de tuerca al programa respecto a años anteriores. Las vísperas merecen también un empuje para ganar ese ambiente sabatino que tiempo atrás tenía la ciudad hasta bien entrada la noche. Y la procesión, su organización y desarrollo, bien merece también corregir detalles y afinar aspectos. Hay que seguir en el camino, en definitiva, porque sigue habiendo mucho por hacer. Margen hay para ello.

Detalles

Que más llamaron la atención respecto a la jornada. Las flores rojas de la Custodia (muy comentadas); la amplia presencia del clero en la Catedral; los actos paralelos que siguen organizando parroquias desoyendo por completo al obispo, que ha dicho por activa y por pasiva que esos actos y cultos deben quedar para la semana de la Octava; las vestimentas de las representaciones (más propias de una noche en la Movida que de una procesión del Santísimo); la parihuela del Niño Jesús de Santo Domingo, que no parece estar a la altura de la procesión; la banda del Rosario, que incomprensiblemente ha sido la única banda de la ciudad que no participó en el Corpus; la alfombra de San Juan de Dios, que confirma ser un desastre año tras años, y que ha supuesto un gasto ¡de más de 7.000 euros!; los altares ‘piratas’, que hay que erradicarlos porque cualquier año nos llevaremos una sorpresa muy desagradable; la disposición de los pasos dentro de la Catedral y su preparación para la salida (si se van a mover en la homilía, quizás es mejor que amanezcan directamente en el entorno de la puerta de salida, para evitar molestias y distracciones durante el pontifical); el oasis de romero en el altar de Las Aguas, tan agradable el domingo como triste al ser Cádiz la única ciudad que ha perdido la presencia de estas plantas aromáticas; la exposición magna de parihuelas al final de la procesión a pie de rampa, ¿no se podría evitar?

La Cena

Imágenes de la celebración del Corpus en Cádiz
Imágenes de la celebración del Corpus en Cádiz / Jesús Marín

Estuvo la ciudad cerca de no ver al Señor del Milagro en la calle en la jornada de Corpus. Vaya pesadilla pasaron los cofrades de La Cena en plena víspera de la procesión. El Ayuntamiento les había confirmado el lugar exacto en el que debían levantar su altar, en la calle Nueva; pero el negocio de hostelería que tenía mesas y sillas de la terraza en ese punto se negaba a retirarlas, lo que impedía el montaje del altar. Desde las diez de la noche (que se dice pronto esta hora intempestiva) estuvieron esperando pacientemente los cofrades de La Cena para poder montar… y no fue hasta ¡las once y cuarto de la noche! cuando el hostelero en cuestión decidió finalmente retirar las dos mesas de una generosa terraza que necesitaba la hermandad para levantar su altar (que, dicho sea de paso, nos pareció el más elegante y completo de cuantos exornaban la procesión del Santísimo, aunque el Consejo lo deje fuera de su concurso). “Nos hizo plantearnos el salir”, aseguran desde la hermandad, donde afortunadamente pudieron las ganas de engrandecer el Corpus con la presencia de su titular a esta falta de colaboración de la hostelería, que se unió al silencio municipal que impidió montar un altar que tenía todas las bendiciones.

Las parroquias

Muy buena iniciativa de las parroquias de Santa Cruz y la Merced (es decir, del Padre Rafael Fernández) de sacar esta mañana al Santísimo en una procesión con todos sus avíos; es decir, con parihuelas, cortejo y banda, que por supuesto interpretará marchas procesionales. Aquí no caben remilgos ni misticismos, sino pura naturalidad (para que aprendan en algunos despachos). Dicho esto, es una pena que estas procesiones eucarísticas parroquiales no tengan en muchos casos una continuidad o solidez; viendo el Corpus de este domingo en El Pópulo y Santa María, echa uno en falta los que hace unos años recorrían el Mentidero, el propio barrio de Santa María, la Viña, la zona de San José en extramuros o incluso el que salió en alguna ocasión de San Lorenzo.

Bartús

Jesús Garrido, colocando las flores del palio de Amparo de Borriquita.
Jesús Garrido, colocando las flores del palio de Amparo de Borriquita. / Julio González

Recogió ayer Jesús Garrido un premio Bartús más que merecido por sus años de entrega a las cofradías y de buen gusto y mejor mano para exornar los pasos procesionales y los cultos de un buen número de hermandades. Ha sido una semana redonda para Garrido, cuya floristería de la calle José Cubiles recibía el primer premio del concurso de escaparates con motivo del Corpus y que ya luce este reconocimiento de la hermandad de Borriquita, que es uno de los más significativos -sino el que más- del mundo cofrade gaditano. Enhorabuena.

Los tramos

Primer tramo. Hay que reseñar el trabajo del Seminario con la procesión del Corazón de Jesús, que se suma al vía crucis cuaresmal del Cristo de la Salud. Segundo tramo. Ruiz Gené volvió a hacer doblete de Corpus y de Patronos. Por la mañana se encargó de las parihuelas de San Servando y San Germán, y por la tarde dirigió el paso de San José en San Fernando. Tercer tramo. Los Wasaps. El primero: “En Las Aguas terminaron muy contentos con el pregón de Robles”. El segundo: “El exorno de la Custodia ha sido un guiño al Año de la Eucaristía”. Y el tercero: “La custodia con flores rojas, ¡qué disparate!”. Cuarto tramo. Llegan comentarios de responsables cofradieros y del clero y recuerda uno aquello de las moscas, el rabo y el aburrimiento. Vaya nivelito. Quinto tramo. ¿Ha derivado el expediente en insultos y amenazas?

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