La Virgen de la Soledad llegó a ser Patrona de Cádiz (en el siglo XVII), y la vinculación de la ciudad con esta Dolorosa del Santo Entierro ha sido muy estrecha en diferentes épocas. Una de esas últimas páginas que la historia del Ayuntamiento y del Santo Entierro ha dejado escritas cumple ahora 25 años, el tiempo que ha transcurrido ya desde que el alcalde Carlos Díaz impusiera a la imagen la Medalla de Oro de la ciudad.

La cofradía del Santo Entierro conmemorará hoy sábado el 25 aniversario de la imposición de esa Medalla de Oro que el Ayuntamiento acordó en sesión plenaria celebrada el 2 de febrero de 1995 pero que Carlos Díaz no entregaría hasta el mes de junio, en el que supuso uno de sus últimos actos oficiales antes de ceder la Alcaldía a Teófila Martínez.

Según explica la hermandad, la celebración del 400 aniversario fundacional (entre septiembre de 1992 y de 1993) supuso el inicio de la tramitación para solicitar la Medalla de Oro a la Virgen de la Soledad; algo que estuvo respaldado “con las firmas de miles de gaditanos en una campaña que contó con el apoyo de la Asociación de Vecinos San Juan, que tuvieron muy presente la carga devocional hacia una imagen que a finales del siglo XVII fue considerada Patrona de Cádiz por acuerdo del Cabildo”. Los concejales Carlos Mariscal y Salvador Ramallo fueron los instructores de aquel expediente que acabó en 1995 con el acuerdo plenario.

La entrega de la medalla se celebró en medio de una función solemne con la Virgen de la Soledad junto al altar mayor de Santa Cruz, ataviada con mantilla blanca. Marcelino Martín, entonces párroco, ofició la función junto a su vicario, Pedro Quintero, cantando la desaparecida escolanía Añil. Además, recuerda la hermandad que ese día también intervino otra formación musical desaparecida, la agrupación Hermanos Cirineos, que realizó un pasacalle por El Pópulo y después de la misa interpretó varias marchas procesionales en Santa Cruz.

La Corporación bajo mazas accedió al templo desde la sacristía, al igual que el gobernador civil, César Braña; el delegado de Defensa, Agustín Albarracín; y el comandante de Marina, José Manuel Braña. Lorenzo Martínez, secretario general del Ayuntamiento, dio lectura al acta de concesión. Y entre las autoridades que ese día acudieron a la función, la cofradía entonces presidida por Juan Miguel Martín también recuerda al presidente del Consejo de Hermandades, Manuel Cerezo; o al vicepresidente del Diocesano, Juan Manuel Alcedo.

Todo ello será rememorado esta tarde con una función que presidirá el párroco de Santa Cruz, Rafael Fernández, y que dará comienzo a las ocho. En ella, con la Virgen ataviada con la medalla, el actual hermano mayor, Fernando Díaz, recordará la lectura del acta del pleno municipal en el que se aprobó por unanimidad la propuesta de conceder la Medalla de Oro de la ciudad. Y al término de la misa habrá ofrendas florales a los Titulares por parte de ambas cuadrillas y del grupo de acólitos que acompaña a la Virgen el Sábado Santo.