Cuaresma 2019

El Consejo reclamará más medidas de seguridad tras el vía crucis

  • Propone señalizar con vallas o conos la interrupción del tráfico por donde transite una cofradía

  • El cruce de calles en extramuros no estuvo cortado ni supervisado el lunes por la Policía Local

El Despojado cruza las Puertas de Tierra en busca de la calle Mirador, en el vía crucis del lunes

El Despojado cruza las Puertas de Tierra en busca de la calle Mirador, en el vía crucis del lunes / Julio González (Cádiz)

El traslado de la imagen del Despojado a la Catedral el pasado lunes, para presidir el vía crucis general de hermandades organizado por el Consejo, volvió a sacar a la luz las carencias en el dispositivo de tráfico y seguridad que la Policía Local llevó a cabo con este motivo. La dimensión de los traslados de ida y vuelta del titular de la cofradía de Salesianos, con más de un centenar de personas formando el cortejo que precedía a la parihuela y otras tantas alrededor contemplando la escena durante los dos trayectos, no tuvo correspondencia a lo largo del camino con el control sobre el tráfico, con los cruces completamente abiertos a la circulación en todo momento.

De hecho, tanto a la ida a la Catedral como de regreso a Salesianos se sucedieron algunos incidentes, llegando en una ocasión a circular un vehículo por el interior del cortejo (camino a las Puertas de Tierra tras salir del barrio de Santa María en dirección salida de la ciudad). También hubo mucho ruido de claxon de conductores que se toparon con un repentino atasco, por ejemplo en la Avenida de Portugal, que además provocó alguna que otra aireada protesta de quienes denunciaban una presunta ocupación de la vía pública –para lo cual, lógicamente, contaba el Consejo y la hermandad con todos los permisos pertinentes–.

A estas escenas se suman otras un tanto llamativas, como la cabecera del cortejo prácticamente corriendo desde la salida de Bahía Blanca hacia la Avenida para adentrarse lo antes posible en el barrio de Santa María, por una supuesta urgencia de reabrir el tráfico en esa arteria principal de la ciudad.

Por todo ello, el Consejo va a dar traslado de esas situaciones experimentadas el lunes en la reunión que precisamente está prevista para la próxima semana de cara a definir el dispositivo de seguridad de la Semana Santa. El presidente del organismo, Juan Carlos Jurado, ha indicado que el de la seguridad es un asunto “por el que cada vez mostramos más preocupación y en el que pretendemos ir avanzando año tras año, y no dar pasos atrás que pongan los cortejos de las hermandades en situaciones de inseguridad en la calle”.

De hecho, el Consejo venía manteniendo reuniones en este sentido con los representantes del Gobierno estatal en Andalucía y en Cádiz que se quieren retomar ahora –como de hecho ya se le transmitió al subdelegado del Gobierno, José Pacheco, en una reunión recientemente–.

Jurado explica que en relación a lo vivido durante los traslados del Despojado el lunes “nos preocupa lo que pueda ocurrir el Domingo de Ramos, especialmente al regreso de las hermandades por extramuros, teniendo en cuenta además que ese día no es sólo una, sino que son dos las cofradías que cruzan por Bahía Blanca, García de Sola y García Carrera hasta llegar a la parroquia de San José o al colegio de Salesianos”. “Son muchos cruces y alguno con una densidad de tráfico o con un ancho de calzada considerable, y vamos a intentar que todo transcurra de la manera más segura posible”, añade el presidente del Consejo, consciente de que no puede reclamar la presencia de un agente policial en cada esquina de calle que atraviesen los cortejos de las hermandades.

La próxima semana se celebrará una reunión para definir el dispositivo de la Semana Santa

Una de las propuestas que se van a plantear en esa reunión para definir el dispositivo de seguridad es que se protejan las intersecciones que deben superar las hermandades de Borriquita y Despojado (y en menor medida, también el Jueves Santo la del Huerto) con vallas de la Policía Local “o incluso con conos de tráfico”.

Esta medida consistiría en que a la hora de pasar la cofradía por determinado cruce, éste quede cortado al tráfico con una valla que anuncie a los conductores que el paso ha sido interrumpido; una vez pasado el cortejo por ese punto, la valla se retiraría, permitiendo de nuevo la circulación por esa vía. Algo similar a lo que ha ocurrido días atrás con algunas de las actuaciones carnavalescas programadas en distintos puntos de la ciudad y que ha conllevado el cierre a la circulación de determinadas calles durante las horas en que se desarrollaban esas actividades.

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