La creciente preocupación por la seguridad, en todos sus aspectos, de la Semana Santa y de las salidas a la calle de cualquier cofradía, teniendo en cuenta los centenares de personas que suelen formar parte del cortejo, va a obligar a las cofradías a incorporar un extintor a sus respectivos cortejos. Según ha avanzado el Consejo de Hermandades, esta medida que se viene recomendando desde hace unos años va a pasar a tener carácter obligatorio, garantizando así una medida de seguridad cada vez más implantada en espacios y actividades donde se congrega mucho público.

Hermandades como el Caído y Vera–Cruz, por ejemplo, ya cuentan con estos dispositivos en sus salidas a la calle. Pero la intención de los responsables de la seguridad es que se extienda a la totalidad de cofradías.Esta es una de las cuestiones incorporadas al denominado Plan de Autoprotección que tienen que elaborar y cumplir las cofradías para realizar sus cultos externos.

Además de esto, el Consejo también está estudiando ahora la posibilidad de incorporar un aparato de desfibrilación en los cortejos de todas y cada una de las hermandades. En este sentido, el presidente del organismo cofradiero, Juan Carlos Jurado, explica que en la actualidad hay desfibriladores en el dispositivo sanitario que se activa cada jornada, y que se circunscribe a la carrera oficial y su entorno. “Si ocurre alguna urgencia a la salida o recogida, no se puede contar con esta atención relativamente rápida”, expone Jurado. Por eso, la permanente ha iniciado algunas reuniones y contactos para ver las posibilidades de implantación de un equipo en cada cortejo.

La hermandad de Las Penas, por ejemplo, viene contando en los últimos años con uno de estos equipos durante su salida procesional, mediante un acuerdo de colaboración con una empresa del sector sanitario.