Vuelven los trabajos a La Casería para recuperar el litoral tras los derribos
Tras las controvertidas demoliciones, se interviene en la zona que ocupaban las casetas para regenerar la línea de costa
San Fernando/Seis meses después de que la Demarcación de Costas en Andalucía Atlántico ejecutara el polémico derribo de las casetas de la playa de La Casería, los trabajos han vuelto a esta parte del litoral isleño para rematar la faena iniciada a principios de año.
Desde hace días se trabaja en la zona de dominio público marítimo terrestre en la que se asentaban las ocupaciones –entre la playa y los negocios de hostelería– para completar la recuperación de toda esta franja de la costa una vez ejecutadas las demoliciones y retirados posteriormente los escombros.
Se trata, principalmente, de trabajos para la regeneración del perfil del litoral en este punto, que se ha visto erosionado y condicionado por la existencia de estas construcciones durante décadas. De hecho, una vez consumadas las controvertidas demoliciones que tanto debate suscitaron en San Fernando, todavía eran visibles los suelos y otros restos –los denominados rellenos antrópicos– procedentes de las ocupaciones que había en la zona, que ahora han desaparecido con un importante relleno de arena que tiene por objeto devolver su aspecto natural a este espacio e igualar el borde hasta la cercana zona de la playa, lo que se está haciendo en estos días con la ayuda de una pala excavadora. También se ha protegido y consolidado el arbolado existente.
Los trabajos para la demolición de las casetas de la playa de La Casería se iniciaron el pasado 14 de febrero tras año y medio de conflicto y varios ultimátum lanzados desde Costas. De ellos se encargó directamente Tragsa en una actuación que contó con un presupuesto que alcanzó los 332.732,48 euros. Y duraron aproximadamente dos semanas. Ya a finales del mismo mes de febrero, aunque la faena todavía no había concluido en su totalidad por la retirada de los escombros, era claramente visible el espacio diáfano en el que se había convertido la línea de costa tras los derribos.
La Demarcación de Andalucía Atlántico tiene previsto ahora acometer un proyecto de regeneración de toda esta franja del litoral isleño que incluye la adecuación de un paseo de casi 800 metros de longitud (para uso peatonal y de bicicletas), que se extenderá desde la punta de la playa hasta el cementerio de San Carlos (conocido popularmente como de los Ingleses).
El proyecto está redactado desde hace meses, aunque tardará todavía en llevarse a la práctica dado que no solo tiene por delante toda la tramitación administrativa que requiere una actuación de este tipo sino que, lógicamente, no se puede acometer hasta que Costas disponga de la totalidad de los terrenos, que por ahora no la tiene. La situación de los dos negocios de hostelería que existen en este idílico enclave de la Bahía todavía está pendiente de resolverse: uno ha conseguido frenar por el momento el derribo por la vía judicial gracias a una suspensión cautelar y el otro cuenta con una concesión de Medio Ambiente para el ejercicio de su actividad, que no obstante Costas ha recurrido también.
Así que al proyecto de regeneración todavía le queda. De ahí también la actuación llevada a cabo ahora para asegurar la recuperación del litoral erosionado mientras no se acomete en el futuro ese sendero que cambiará por completo la imagen de la zona.
De hecho, que este proyecto no tuviera todavía unos plazos concretos para llevarse a cabo habida cuenta de la situación en la que se encuentra el proceso de recuperación de estos suelos de dominio público marítimo terrestre fue uno de los argumentos que se utilizó en última instancia para intentar paralizar los derribos previstos en La Casería. El PP hasta llevó la cuestión al pleno del pasado mes de octubre, donde consiguió el apoyo unánime de la Corporación Municipal para aprobar una moción que, sin embargo, sirvió de poco a estas alturas del expediente promovido por la Demarcación, que ya se había completado en su totalidad.
Se advertía entonces del mal estado en el que iba a quedar la zona, que tras las demoliciones se iba a ver convertida en un solar degradado por un tiempo indefinido mientras que el citado proyecto de regeneración no conseguía financiación y se llevaba a cabo.
Sin embargo, con los trabajos emprendidos ahora por Costas para afrontar la recuperación de la zona que ocupaban las pintorescas casetas, la situación es bien distinta al panorama que se pintaba antes de estos polémicos derribos que han sido una de las noticias del año en La Isla.
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