La obra acometida en las calles de entorno, que acaba de concluir, supone una de las últimas actuaciones que tenía pendiente la rehabilitación del Ayuntamiento, que tras tres años en marcha se dispone por fin a llegar a su término. Aunque el estado de alarma y la crisis del coronavirus han retrasado obligadamente los plazos que el equipo de gobierno tenía en mente para regresar al Consistorio, que lleva ya 14 años cerrado. 

No hay, por esa misma razón, una fecha concreta para la vuelta ni para empezar la mudanza de vuelta, aunque el equipo de gobierno confía en que todo pueda llevarse a cabo antes de final de año.

Antes queda todavía por resolver un contrato más: el de la compra del nuevo mobiliario, cuya tramitación también se ha visto paralizada durante tres meses a causa del estado de alarma. De hecho, hace apenas unos días que la mesa de contratación se reunió para avanzar en el proceso de licitación. Sobre la mesa hay cinco ofertas presentadas y a todas ellas –señala el Ayuntamiento– ha sido necesario requerirle documentación para seguir adelante con el proceso administrativo antes de poder resolver su adjudicación.  

Este contrato, aunque meramente complementario en el contexto de la mayor obra que se ha acometido desde el Ayuntamiento isleño, cuenta con un presupuesto de 400.000 euros que sale también del remanente de Tesorería del ejercicio de 2018.

Contempla la compra de hasta 548 sillas de 12 tipos diferentes y de hasta 145 mesas, también de trece modelos distintos, para dotar de mobiliario las oficinas y dependencias municipales vacías del 'nuevo' Consistorio ahora que las obras de rehabilitación están en su recta final. ç

El contrato señala dos meses para suministrar todo el material a partir de la adjudicación y posterior formalización del contrato, lo que necesariamente lleva los plazos al menos hasta final de verano o principios de otoño.