El colectivo de limpiadoras de los colegios de la ciudad volvió ayer a defender sus reivindicaciones ante las oficinas de la Concejalía de Educación, en el edificio del Mercado Central. Quieren mejoras en el contrato que equiparen su situación al del resto de compañeras de la Bahía.

Con pancartas y megáfono en mano, el grupo de mujeres insiste en sus reclamaciones. Por un lado, piden que se les reconozca una jornada especial de verano. Concretamente, en estos meses estivales, coincidiendo con que los centros de enseñanza apenas registran actividad, piden que su jornada semanal pase de 38 a 33 horas. También reclaman un mejora en su retribución anual, que se les pegue complemento salarial extraordinario en septiembre, del que ya disfrutan compañeras de otros municipios que realizan las mismas labores.

"Si quieres brillito, ráscate el bolsillo", "si esto no se arregla, guerra, guerra, guerra", "si esto no se apaña, caña, caña, caña" o "mujeres limpiadoras queremos las mejoras" eran algunas de las consignas que el colectivo gritaba ayer a las puertas del Mercado Central en esta nueva protesta, con la que vuelven a poner sobre la mesa una petición, la jornada reducida en verano, con la que conciliar vida laboral y personal, y que reclaman desde hace cinco años. Estas mujeres critican la falta de "sensibilidad" del equipo de gobierno, del que no han obtenido, insisten, ninguna solución, "sin asumir la tutela de esta plantila que subsidiariamente le corresponde".