San Fernando

¿Un éxito? La Feria de la que más se ha hablado en San Fernando abre al fin el debate sobre el futuro de la fiesta

La Feria del Carmen en el Parque.

La Feria del Carmen en el Parque. / Germán Mesa

La Feria que más ha dado que hablar en La Isla llegó a su término en la madrugada del lunes tras la exhibición de fuegos artificiales que se lanzaron desde el caño del Carrascón y tras 6 intensas veladas que han estado marcadas por una más que destacada afluencia de público en los dos escenarios en los que, ante las obras de La Magdalena, se ha tenido que dividir la fiesta: las casetas en el parque Almirante Laulhé y las atracciones en Caño Herrera.

A pesar de las reticencias iniciales, de las razonables dudas que tanto cambio generaba, de las críticas por la improvisación –que evidentemente no han faltado–, del fuerte temporal de Levante que ha acompañado toda la semana y de los no pocos problemas que desde el Ayuntamiento isleño se han tenido que sortear a la hora de dar forma a esta Feria del Carmen y de la Sal, la historia ha funcionado. Y bastante bien además.

Entre los distintos actores que participan de la Feria, a falta de un balance definitivo, parece que hay consenso al respecto. Desde la Asociación de Feriantes de Andalucía incluso se remitió ayer un comunicado mostrando su satisfacción por el resultado de la Feria a pesar de las complicaciones iniciales que presentaba el traslado de los cacharritos a la zona de Caño Herrera. El colectivo agradeció incluso a los isleños que hubiesen respondido "en masa" cada día de la fiesta.

La mayoría de los caseteros, por otro lado, ha referido también buenos resultados en una Feria en la que –después de dos años de obligada ausencia a causa de la pandemia– se ha registrado una considerable afluencia de público que ha llenado las casetas hasta altas horas de la madrugada desde el primer día. Y en la que además los costes se han rebajado sustancialmente al eliminar las principales tasas que tenían que abonar por instalarse en La Magdalena.

Sea por lo que fuere –por las ganas de fiesta que había después de la pandemia, por la expectación que el cambio de ubicación ha causado, por el céntrico emplazamiento de las casetas, que indudablemente quedaba más a mano...– la Feria parece haber hallado al fin ese revulsivo que llevaba buscando desde hace décadas para salir del declive que arrastraba tras el auge de los 80 y 90, que precisamente impulsó su traslado a La Magdalena.

La alcaldesa, Patricia Cavada, refirió ayer que la fiesta recién finalizada había servido para poner las bases de ese nuevo modelo de Feria que pretende implantar cuando se regrese a La Magdalena, una vez terminen las obras. Es el camino a seguir, vino a decir en un primer balance.

Ahora bien, la Feria del Parque ha vuelto a poner de manifiesto una vez más el escaso éxito de la denominada Feria de Día más allá de la jornada dedicada a la mujer. A excepción de ese día, que goza ya de una tradición instituida, la tentativa de iniciar la fiesta en el Parque a partir de las 13.00 horas no ha funcionado, como por otro lado era previsible.

Otra cuestión que la Feria recién finalizada deja bastante clara, a pesar del balance positivo, es que dividir la fiesta en dos escenarios no conviene a nadie. Y confiar en el regreso a La Magdalena en julio de 2023 resulta demasiado optimista habida cuenta de la macro obra que prácticamente acaba de comenzar, cuyo plazo de finalización (para los fondos EDUSI con los que se financia) tiene el 31 de diciembre de 2023 como fecha límite (aunque podría haber prórrogas). Así que no resulta nada descabellado pensar que el próximo año vaya a repetirse este modelo de Feria.

La Feria recién acabada, en todo caso, ha adentrado a La Isla -esta vez de verdad- en un debate que tenía pendiente desde hace mucho tiempo, el del futuro de la fiesta, del que hasta ahora solo se acordaba pocos días antes de que diera comienzo la celebración. 

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