Ha sido un insólito y vistoso hallazgo que ha salido a la luz en la recta final de las obras de reurbanización de las calles del entorno del Ayuntamiento isleño, un actuación complementaria a la rehabilitación de este edificio histórico, que ya está próxima a concluir.  

Hace unos días, los operarios que trabajaban en la calle Calderón de la Barca -en la trasera del histórico edificio- dieron con con una amplia estructura que se encontraba bajo tierra y de la que no parecía haber constancia. 

No tardó en confirmarse que era justo lo que parecía ser desde un primer momento: un antiguo aljibe que se conserva aparentemente intacto a pesar del paso del tiempo. El depósito se emplaza justo en el tramo que se encuentra entre la escalinata de acceso al Mercado Central y la zona trasera del Consistorio. La zona permanece acotada con vallas de obra.  

Los primeros estudios que se han realizado sitúan esta singular estructura en el siglo XVIII, si bien serán necesario un análisis más exhaustivo para poder concretar algo más su fecha de construcción. 

El histórico aljibe que ha salido a la luz durante las obras del Ayuntamiento.

El aljibe tiene una planta rectangular de 4,40 por 3,30 metros en su parte interior y está realizado con piedra ostionera y mortero de cal, sobre la que se levanta una cubierta consistente en una cúpula sobre pechinas elaborada con ladrillos toscos. Aunque su interior se encuentra algo colmatado -sobre unos 0,70 metros- presenta una altura visible de 3,30 metros. 

En su exterior se registra una atarjea que proviene o discurre desde el propio Ayuntamiento hasta dicha estructura hidráulica.

En el lado este del sondeo, ya en el siglo XX, se realizó una pequeña oquedad en la cúpula para conectarle una tubería de gres, por lo que la existencia de la estructura ya debía ser conocida por entonces. 

La intervención que se lleva a cabo en las calles aledañas al Ayuntamiento forma parte también de las obras de rehabilitación del histórico edificio. Una vez completados los trabajos en su interior se ha emprendido la reurbanización de todo el entorno para dar una imagen integral al conjunto y, al mismo tiempo, resolver su deterioro ya que, debido a su antigüedad y al efecto de los tres años de obras, el pavimento estaba bastante deteriorado. 

Esta actuación se proyectó en el verano de 2019 e incluye tanto el acerado -que ahora discurre de fachada a fachada- y las calzadas así como las canalizaciones. En estas obras de reurbanización se ha colocado un nuevo pavimento de granito natural. La obra, con un presupuesto de 600.000 euros, se ejecuta con cargo al remanente de Tesorería del ejercicio de 2018. 

Los trabajos comenzaron en el pasado mes de febrero y están ya prácticamente concluidos. De hecho, las calles laterales -Isaac Peral y Hermanos Laulhé- están abiertos al tránsito peatonal desde mediados de la semana. 

En el tramo de Calderón de la Barca donde se ha encontrado el aljibe, según el Ayuntamiento, no se intervendrá ahora sino durante otra obra que también ha comenzado ya: la de las calles del entorno del Mercado Central.