Manuel Morera | Pregonero del Carnaval de San Fernando

"Vamos a ser nosotros en estado puro, con nuestra dosis de improvisación"

  • El pregonero del Carnaval agradece la designación que hace extensiva a su grupo y reconoce la responsabilidad con la que afronta esta cita, en la que por supuesto no faltará el humor

Manuel Morera posa en uno de los pasillos del Gran Teatro Falla.

Manuel Morera posa en uno de los pasillos del Gran Teatro Falla. / Jesús Marín

El auditorio del parque Almirante Laulhé acoge esta tarde a partir de las ocho el pregón que ofrecerá Manuel Morera, el cuartetero gaditano, que acompañado de su grupo promete risas y cariño para anunciar el inicio del Carnaval en La Isla.

–¿Cómo lo llevas? Porque tienes muchos compromisos.

–Me pilláis en Córdoba [es jueves], que tenemos actuaciones esta noche en el Teatro. Pero son actuaciones que llevan previstas mucho tiempo ya nos habíamos organizado para que todo estuviera a punto para el sábado. Evidentemente, mañana [por el viernes] daremos el último repaso, los últimos ensayos previos. Ya tengo ganas de soltarlo.

–¿Qué tipo de pregón ofrecerás?

–Sin fijarme en los pregones, porque no soy muy de asistir a pregones. Lo he hecho con mucho cariño y corazón, que creo que es lo principal, y basado en el humor, que es lo que la gente espera de nosotros. Cuando me designan pregonero, creo que el público de nosotros sobreentiende que va a haber humor. En esa base está cimentado todo.

–Hablas en plural, ¿estáis implicados todos?

–Desde el momento en que me designaron pregonero, dije que lo agradecía a título individual pero que me permitieran hacerlo extensivo a mi grupo. Entiendo que los reconocimientos desde el Carnaval se hacen por la trayectoria, y la mía no tendría sentido o no sería la misma sin mis compañeros a mi alrededor. Esta designación la comparto con mi grupo de los últimos años, quitando a Iván [Romero] que está inmerso en dos agrupaciones este año, además es pieza clave en las dos y el sábado le iba a ser imposible asistir. Para nosotros, estará presente aunque no físicamente. Con el grupo cuento y tendrá una alta dosis de protagonismo. Y por supuesto alrededor habrá un equipo de producción que requería este evento.

"Los reconocimientos en el Carnaval se hacen por la trayectoria y la mía no tendría sentido sin mis compañeros"

–¿Cómo ha sido el proceso? ¿Se disfruta?

–Siempre que se acuerden de mí yo estaré eternamente agradecido. El Carnaval de San Fernando siempre ha ocupado un lugar destacado en la provincia y para mí la designación fue ilusionante, pero a la vez me responsabilizaba. Supone dar el pistoletazo de salida al Carnaval de una localidad de la importancia de San Fernando y además a mí siempre me responsabiliza mucho el público. Por eso a la vez de devolver al equipo de gobierno la confianza depositada en mí, también pienso mucho la gente que vaya a verlo. Me lo he tomado con alegría, con ilusión, pero también con esa responsabilidad que te mete lo que espera la gente de ti.

–Tú ya tienes experiencia en esto de ser pregonero y de actuar, no sé si eso da tranquilidad a la hora de enfrentarse al público.

–Para mí el público, como te digo, me despierta mucho respeto y hago las cosas por y para ellos, porque además no tendría sentido de otra manera. Puedes ser muy bueno o muy malo, pero sin el público no eres nada. Evidentemente, tenemos mucho escenario encima, muchas tablas, para que ese miedo escénico, por decirlo de alguna manera, no nos pase factura. Pero el pellizquito siempre lo tienes, esa incertidumbre de si va a gustar o no, sobre todo en el humor: si la gente se va a reír o no, si se lo va a pasar bien. Eso siempre lo tienes.

–Supongo que como con el cuarteto tendréis cierta libertad durante el pregón para la improvisación que os caracteriza.

–De un tiempo a esta parte, por nuestra actividad profesional, intentamos medir las intervenciones porque entendemos que todo lo bueno tiene un límite de tiempo, es decir, puedes hacer un espectáculo maravilloso que si te lo llevas a cuatro horas termina siendo tedioso. Hemos aprendido eso a través de nuestra actividad, con la obra nueva. Acotamos los tiempos e incluso los clavamos casi siempre, pero es verdad que al ser algo nuevo, por mucho que tú midas en los ensayos, después es complejo. Y además nuestra dosis de improvisación la va a tener. Si no, no seríamos nosotros y vamos a ser nosotros en estado puro, pero con unos límites de tiempo, de horario que nos han pedido y que además es lo lógico.

"El 'pellizquito' siempre lo tienes, esa incertidumbre de si va a gustar o no, sobre todo por el humo"

–¿Cómo está acogiendo el público Me reí León, el musimal?

–Está sobrepasando nuestros mejores presagios. Llevamos muchas actuaciones desde que estrenamos en octubre y cada vez nos salen más. No hemos parado, tenemos muchas actuaciones durante toda la semana y lo más importante con una acogida brutal, también en la venta de entrada que se están agotando vayamos donde vayamos. La gente sale con un grado de satisfacción muy alto y para nosotros eso es lo más importante, que el que vaya a vernos salga con la sensación de que ha echado un rato maravilloso. La obra tiene unos cuantos condimentos que hacen eso: nos están viendo en estado puro y a la vez tiene una vuelta de tuerca que hace que la gente vea algo que es un pasito más a lo que habíamos hecho hasta ahora.

–¿Cómo estás viendo el concurso? ¿Lo echas de menos?

–Nacimos carnavaleros y moriremos así, nos apasiona. Seguimos lo que podemos, por trabajo no podemos estar todo el día pendiente. Pero buscamos las formas: cuando acabamos la función y llegamos al hotel, en diferido, cuando tenemos un rato de descanso en camerino antes de salir lo vemos por internet. Ayer [por el miércoles] tuvimos la suerte de estar en el Teatro , nos invitaron algunos medios a estar con ellos y eso te mete el gusanillo en el cuerpo, por el ambiente en semifinales. Pero a la vez también te hace pensar que hemos hecho lo correcto, porque igual que el gusanillo es grande, la responsabilidad también lo es. Tenemos mucho respeto al público y al Concurso como para ir de cualquier manera. Este año era imposible abarcar todo. El concurso cada vez está más exigente, a nosotros se nos exige mucho, y era complicado atender todo, la obra que tenemos entre manos, tanto la preparación como la gira, y preparar el cuarteto y los ensayos. Era inviable. Tienes el gusanillo, pero tienes la relajación que significa el no estar presionado ni tensionado pase tras pase, que el concurso se hace muy largo y es mucho el repertorio que hay que llevar. Es una sensación de quiero y no puedo. Era imposible.

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