San Fernando

La Feria del Carmen en San Fernando volverá a contar con una treintena de casetas en el Parque

Casetas de la Feria del Carmen y de la Sal en el parque Almirante Laulhé de San Fernando, en julio de 2022.

Casetas de la Feria del Carmen y de la Sal en el parque Almirante Laulhé de San Fernando, en julio de 2022. / German Mesa (San Fernando)

La Feria del Carmen y de la Sal vuelve al parque Almirante Laulhé en 2023 ante el parón de las obras de La Magdalena, que están pendientes de la redacción de un modificado de proyecto. Y el Ayuntamiento de San Fernando ha dado ya el primer paso en firme para dar forma a los festejos del próximo mes de julio a imagen y semejanza del modelo provisional que se puso en marcha el año pasado. Acaba de licitar el contrato para el montaje de las casetas, cuyo importe asciende a 88.439,57 euros.

El contrato para el suministro en régimen de arrendamiento, montaje y desmontaje de las estructuras de las casetas incluye también las instalaciones que se precisan para la celebración de la Feria de San Juan en La Casería, que se celebrará entre los días 22 y 25 de junio.

Y en el pliego de condiciones se concreta que en el caso de la Feria del Carmen –del 12 al 17 de julio– el montaje de las estructuras "deberá finalizar al menos 10 días antes de la fecha prevista para el comienzo de la Feria, para su inspección por la dirección técnica municipal".

Casetas de la Feria del Carmen en San Fernando, en una imagen del año pasado. Casetas de la Feria del Carmen en San Fernando, en una imagen del año pasado.

Casetas de la Feria del Carmen en San Fernando, en una imagen del año pasado. / Germán Mesa

Las estructuras

Las casetas que se levantarán de nuevo en el Parque, cuyas dimensiones y configuración urbana limitan tanto el número de casetas como su tamaño y distribución en este espacio público. Así, en el contrato se especifica que las instalaciones se articularán en módulos independientes, "siendo la unidad mínima carpa de 5 metros de fachada por 4, 5, 6 y 15 metros de fondo, totalmente diáfana y con pendiente a dos aguas".

La previsión que el Ayuntamiento ha puesto sobre la mesa en este 2023, conforme a ese criterio, distingue así hasta 6 tipos o tamaños de casetas, según se desprende del pliego de condiciones. Y un número que alcanza las 33 casetas, si bien se concreta que se trata de una previsión. El año pasado fueron 29 casetas las que se montaron en el recinto, incluyendo la municipal que ocupó el auditorio.

El contrato especifica igualmente el cerramiento en la parte trasera con chapas pintadas en blanco y con barandas en la fachada con 90 centímetros de altura "y con portada de entrada debiendo ir pintado de color verde carruaje". También se detalla la separación de las cocinas y se concreta que "todas las chapas que se instalen que sean visibles para el público, por la cara hacia el interior de la caseta, deberán ir cubiertas por lona rayada de igual forma y colorido que el resto de la caseta". Del mismo modo se concreta la cobertura y material de las lonas con rayas blancas y rojas o blancas y verdes.

El contrato incluye también la instalación de una caseta en el espacio náutico de Gallineras, donde se celebra la procesión marítima del día del Carmen, con unas dimensiones de 10x15 metros.

Módulos prefabricados para el área de seguridad

Y en paralelo a este contrato, el Ayuntamiento ha licitado también el alquiler de cuatro módulos prefabricados para dar cabida al área de seguridad de la Feria del Carmen, concretamente a los servicios de Protección Civil, Bomberos y Urgencias Sanitarias. El presupuesto base de este otro contrato asciende a 7.865 euros.

Tras dos años de ausencia a causa de la pandemia, el regreso de la Feria del Carmen y de la Sal en 2022 en el parque Almirante Laulhé se saldó con un rotundo éxito de público que inyectó nuevos bríos a la fiesta tras años en declive.

A ese buen resultado contribuyeron las ganas de los isleños por recuperar su fiesta tras el paréntesis del Covid, la céntrica ubicación del recinto ferial provisional y otras medidas como la rebaja de tasas, que animó a los caseteros a pesar de las dudas iniciales. Pero también resultó evidente que el emplazamiento tenía sus carencias al dividir en dos la Feria (las atracciones se ubicaron en Caño Herrera) y, sobre todo, por la limitada superficie de la que dispone el Parque.

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