Patrimonio

Esplendor y eficiencia para la Casa Lazaga del futuro

Techo de la zona de la escalera principal de la Casa Lazaga.

Techo de la zona de la escalera principal de la Casa Lazaga. / Julio González (San Fernando)

Los visitantes curiosean en el patio principal de la Casa Lazaga de San Fernando. Han atravesado el zaguán y observan con admiración las columnas y la arcada. La mayoría se reserva para ver el resto de las estancias tras las palabras de la alcaldesa, Patricia Cavada, que expone el trabajo realizado y el que, ya diseñado, queda por delante. Durante una hora aproximadamente pasan de una sala a otra. Esta es la capilla. Aquí había una gran sala. Por allí se va al sótano. Eso eran las cocheras. La admiración es evidente y muchos tratan de inmortalizar el momento o captar móvil en mano los detalles.

Hacer este recorrido es posible por las obras de consolidación ejecutadas para afianzar la estructura e impermeabilizar el inmueble con el fin de mantener lo que aún quedaba y poder recuperarlo. Quienes antes accedieron a la finca municipal cuentan que algunas zonas eran impracticables. "Por aquí era imposible pasar", mencionan al llegar a una de las habitaciones de la primera planta mientras señala el suelo donde se ve efectivamente que se ha reforzado. Ya no hay peligro, ni siquiera con los techos.

A partir de ahora se trata de profundizar en la rehabilitación para volver al esplendor de la Casa Palacio de finales del siglo XVII, de transición entre el barroco y el neoclásico –la fachada de la calle Real contrasta con la trasera, la de la calle Mayorazga, más sobria–, respetando la reforma para darle el toque del estilo isabelino. Eso lo que se solía hacer, apunta la regidora: "Comprar una edificación existente y ornamentarla para convertirla o darle ese estilo que la caracteriza, por los cierros, por la fachada o la ornamentación". "En 1869 la adquirió el que fuera alcalde don José María Lazaga y Garay, senador entre 1895 y 1905", añade a su explicación. Siempre desde la protección –tiene un grado 2 en el Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Casco Histórico (Peprich)– se intentará recuperar esos detalles que dan valor patrimonial al conjunto. Para ello, con la idea de que se puedan replicar alguno han quedado acopiados materiales retirados durante los trabajos.

Entre los elementos singulares que se conservan al menos en parte están algunos techos, azulejos y baldosas, la cerrajería de ventanales o la forja de hierro de las barandillas de la escalera imperial, puertas y ventanas de madera o armarios. Algunos de estos componentes se plasman en uno de los paneles informativos con detalles del diseño presentado por Pujol y Cruz Arquitectos. Pero además se recoge una de sus recomendaciones (cuestiones que no se recogían en el planteamiento inicial): la colocación de una montera para cubrir el patio principal, que haría posible su uso, una cuestión que el gobierno tiene claro que debe atenderse. Por eso el presupuesto estimado de 2,7 millones de euros para la licitación aumentará hasta al menos los 3 millones de euros. "Tenemos claro que queremos ser escrupulosos con la recuperación del patrimonio. No es necesario para un edificio administrativo, pero si queremos que sea también turístico debemos mimarlo", asume Patricia Cavada.

Para sufragarlo, se aspira a 1,2 millones de fondos Next Generation centrados en eficiencia energética. Por eso, se apuesta por instalar placas fotovoltaicas en la cubierta, incluir medidas de ventilación natural, instalar captador solar en la fachada acristalada trasera y en el patio cubierto, mejorar la eficiencia de la envolvente de la edificación y poner ascensores de alta eficiencia. Además, se hará un estudio de gestión de residuos para reutilizar elementos como contraventanas de madera, cerrajerías, solerías y peldaños, y haciendo uso de residuos de la propia obra. Desde el gobierno no descartan optar además a otro tipo de fondos.

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